El año 2019 le salió muy a caro al Estado de México y a sus habitantes a causa de la inseguridad y la delincuencia que se vive día a día en las casas, calles y transporte público de la entidad.
De acuerdo con los datos que arroja la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2020 es posible determinar que en el Estado de México el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares representó un monto de 55 mil 452 millones de pesos durante el año 2019.
Este impacto económico se presentó directamente de tres formas: como gasto en medidas preventivas, como pérdidas económicas a consecuencia de los delitos, y a través de gastos en la atención de daños a la salud que sufrieron las víctimas durante o después del delito.
En el caso del gasto para medidas preventivas de seguridad, se refiere al cambio de cerraduras, candados, puertas y ventanas, colocación de rejas y bardas, o en la compra de perros guardianes. Específicamente para esto, los mexiquenses gastaron más de 12 mil millones de pesos (12 694.9 millones de pesos).
El daño económico no es la única consecuencia que la delincuencia y la inseguridad causan en las personas. La encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) también señala que las víctimas sufren daño emocional o psicológico, y físico o laboral.
Este daño psicológico o físico puede deberse a que la mayoría de personas que dijeron haber sido víctimas de algún delito estuvieron presentes cuando se llevaba a cabo. Es decir, de los 6 millones 375 mil 280 delitos registrados en la entidad, la víctima estuvo presente en más del 70% de los eventos: secuestro, robo o asalto, fraude, extorsión, entre otros.
La tasa de víctimas por cada 100 mil habitantes en el Estado de México en comparación con la tasa a nivel nacional tampoco es alentadora: a nivel nacional, durante el lapso de 2012 a 2019, la tasa se mantuvo por debajo de 30 mil víctimas, mientras que el Estado de México llegó a superar las 47 mil.
La ENVIPE estima que 48.3% de los hogares en el Estado de México tuvo una víctima del delito, por lo menos. Mientras que a nivel nacional, se registró en el 29.2% de los hogares.
La cifra negra en el Estado de México
Del total de los delitos registrados en la entidad, no se denunciaron de manera oficial el 89.9% de los eventos ocurridos. El resto, 9.9%, sí registró una denuncia.
En este último caso, los ministerios públicos abrieron una carpeta de investigación en la mayoría de las denuncias (en el 74.4%). Sin embargo, prácticamente la mitad de las carpetas no registraron avances, «no pasó nada o no se continuó con la investigación», según detalla el informe de la ENVIPE.
El porcentaje de la cifra negra es similar a nivel estatal y nacional. En 2019 la cifra negra en todo México fue del 92.4 por ciento, mientras que en la entidad mexiquense se trató del 92.6 por ciento.
Según la encuesta, las personas prefieren no denunciar por múltiples razones: falta de tiempo al considerar que se trata de un trámite largo y difícil, por desconfiar la autoridad, por miedo a ser extorsionado, por la actitud hostil de las autoridades, por temor a represalias del agresor, porque no cuentan con pruebas, o por considerar que se trata de un delito de poca importancia.
Para los mexiquenses, la inseguridad es el problema principal en la entidad. Le siguen el desempleo, la desatención a la salud, la impunidad, corrupción, aumento de precios, pobreza, escasez de agua, falta de educación, narcotráfico y desastres naturales.
Los espacios o lugares que son considerados como más inseguros para la población son los cajeros automáticos, el transporte público, la calle, los bancos y los parques o centros recreativos.