La Quinta Columna

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Una victoria electoral del PRI-PAN-PRD marcaría el fracaso histórico de la democracia, ya que le arrebataría el poder al pueblo

¡Atención ciudadanos!

¡Cuidado con los estafadores de la democracia!

Que la alianza PRI-PAN-PRD realmente se consolidara –no solo como una estrategia electoral oportunista sino como un proyecto de gobierno– representaría la cristalización de lo que en la práctica sería una dictadura aún más perfecta, en la que el sistema se puede disfrazar de centro, derecha e izquierda a conveniencia, pero que sigue siendo lo mismo: el sistema.

Una especie de gran hermano que todo lo absorbe y lo contiene, efectivamente eliminando en gran medida el potencial de oposición.

Lo peor podría estar por venir: lo que en décadas pasadas era una crítica radical hecha desde los márgenes –“acá abajo la gente se pelea, pero allá arriba todos son amigos sin importar el partido”– podría ser la próxima realidad gubernamental.

Un gobierno bajo los colores PRI-PAN-PRD no sería un logro de la unidad y la armonía, sino el extremo del derrotismo ideológico llevado a la práctica.

Sin importar el número de votos de por medio –y la legalidad o no de los métodos que se usarán para conseguirlos–, una victoria electoral del PRI-PAN-PRD marcaría el fracaso histórico de la democracia, ya que le arrebataría el poder al pueblo y lo depositaría en manos de un régimen abiertamente totalitario.
 
Los progresistas mexiquenses, los de izquierda, tendrán en el 2023 la decisión:

Elegir si se permiten que los estafadores de la democracia cumplan 100 años en el poder o, por el contrario, si se ondea la bandera de un nuevo amanecer en la barricada electoral.

¡Atención ciudadanos! El futuro está en juego, las ideas y los argumentos en las calles. Los hogares, las plazas públicas, los medios de comunicación libres, pueden ser la diferencia.