La Quinta Columna

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¿Será que Alfredo del Mazo tercero defraudará su historia? ¿Manchará su abolengo? ¿Será capaz?

«La primer irresponsabilidad de un gobernante priista es no dejar en el gobierno a un priista»

Parece que pase lo que pase en las elecciones de gobernador del Estado de México en el 2023, seremos testigos de que el de Alfredo del Mazo tercero fue el último gobierno priista en la entidad.

La alternancia es quizá desde ya un suceso inevitable, el gobernante en turno pasará a la historia por incumplir con el dicho de que «la principal responsabilidad de un priista es dejar el poder en manos de un priista».

¿Será que Alfredo del Mazo tercero defraudará su historia? ¿Manchará su abolengo? ¿Será capaz? Parece que la respuesta para propios y extraños es un lapidario sí.

Cuatro argumentos sobre esta posibilidad aparentemente inevitable

1.- El principal partido opositor, Morena, postulará a la más conocida de sus posibilidades, quien fue capaz de mandar a un tercer lugar en la elección de senadores a quien será su opositora y a un exgobernador.

Otra fortaleza del partido opositor es que sabe quién puede traicionar al movimiento, que encabeza ahora 22 estados y la propia Presidencia de la República. No habrá candor, escrúpulos, ni sorpresas.

Parece un karma que el Estado que se hizo famoso electoralmente por los ejércitos que enviaba a otras entidades federativas (Fuerza Mexiquense) ahora se perfila como víctima de una operación similar.

2.- En los estudios de opinión se muestra un dato, a la pregunta de ¿por qué partido nunca votaría? El significativo voto negativo hacia el PRI es una constante.

Además, los escándalos a nivel nacional, como los de los exfuncionarios relacionados con la clase política estatal, así como el caso de su propio líder nacional, parecen reavivar dicha animadversión ciudadana.

3.- El PRI se desdibujó ideológicamente a tal grado que apostó por una rara figura que denominó gobiernos de coalición, que implica en la práctica ceder espacios de gobierno.

Así mismo, formalizó una alianza con el PAN y el PRD, sin importar que históricamente se han guiado por distintos principios e ideales, para ser claros, en el caso del partido albiazul, abiertamente antagónicos.

En ese contexto, la designada defensora del Estado de México dijo en público –a propósito de la reforma legal que dio forma a los Gobiernos de Coalición–:

“Hoy ustedes, los diputados locales aprobaron la ley de gobiernos de coalición y por primera vez en el Estado habrá un gobierno de coalición y eso también es alternancia política. Eso es lo que nos está exigiendo la ciudadanía y eso es lo que vamos a construir”.

Se puede afirmar que, al compartir (entregar) el poder, el PRI no se guiará en exclusiva por sus documentos básicos, claudicando en la práctica, ante los postulados de sus antes opositores.

4.- La falta de relevo generacional, los mismos, siempre los mismos, fue una fórmula que le funcionó durante un tiempo a la vieja clase política del Estado de México. El propio Alfredo del Mazo tercero es un ejemplo de ello, la misma dinámica creó cacicazgos que existen en prácticamente cada municipio y distrito electoral.

Eso se ejemplifica y se explica por sí solo cuando se analiza la «nueva» estructura de coordinadores que coadyuvarán en el defensa del Estado de México.

La misma estructura podría ser –en términos futboleros– denominada como la selección Sub 70, por la cantidad de años que tienen participando en política, distinguiéndose también, dicho sea de paso, por la escasa participación femenina.

La alternancia pareciera inevitable, por la obsesión de defender los intereses de siempre, parece que se dará forma y sentido a la siguiente frase:

«La primer irresponsabilidad de un gobernante priista, es no dejar en el gobierno a un priista».