Proacción colectiva vs rumor. La indiferencia ciudadana ante el sismo
El sismo magnitud 7.1 grados en la escala Richter, es un simple recordatorio de un planeta vivo; de un país que está asentado en una zona sísmica y de una comunidad que es cotidianamente indiferente a la prevención.
La falsa zona de seguridad que en la consciencia personal nos dice: “a mí no me va a pasar”, nos lleva a la imprudencia. Hoy tuve la oportunidad de ver en una escuela privada de educación superior, cómo sin recato permiten que se estacionen en vehículos en áreas de salida y apoyo, en caso de una emergencia.
Y sobre ello, el fenómeno de las redes sociales reproduciendo fake news (noticias falsas) sobre la llegada de “un gran terremoto”, atribuyendo a la Organización de las Naciones Unidas tal información. Somos irresponsables con nuestra propia seguridad al no estar preparados todos los días, pero lo somos más al promover una información sin sustento y miserable.
La culpa es de todos. La indiferencia con que no prevenimos los fenómenos de la naturaleza, es preocupante. Vayamos revisando nuestra agenda ¿qué tan preparados estamos?
Algunos teóricos aseguran que los rumores forman parte de una acción colectiva en el sentido de que aglutinan a individuos que actúan en conjunto y elaboran un tipo de acción, que crea “…una suerte de nosotros colectivos. Un estar juntos en términos cognoscitivos, afectivos y relacionales, en pluralidad y construcción constante (Melucci, 1999).
Sin pretender teorizar sobre la psicología de las masas o muchedumbres, o como las llama Moscovici “la era de las multitudes”, en que los integrantes de esa masa “…siguen su comportamiento individual, más intenso y sin inhibición, y algunas son capaces de liberar tensión y dejar aflorar instintos reprimidos o deseos inconscientes censurados.” (Fernández, 2012), debemos saber que nuestra individual impacta en la colectividad
Lo que sabemos es que con frecuencia, los rumores se originan en la desinformación o por la incongruencia y confusión de la misma, otros factores pueden ser la sorpresa, las emociones suscitadas. Pero los estudiosos han establecido que “… un aumento de la ambigüedad o una supresión de los criterios objetivos se traduce en un estado de incertidumbre interna en los individuos. A partir de ese momento están predispuestos a someterse a la influencia de los demás.” (Moscovici, 1996: 48).
Lo cierto es que nuestra indiferencia e irresponsabilidad no pueden, no deben llegar a rebasar los límites de la racionalidad y la objetividad y, simplemente, dejarse someter por la influencia social.
Necesitamos ser una comunidad oportunamente informada; no una sociedad inoportunamente atemorizada. Necesitamos ser una sociedad proactiva, no un ente amorfo reactivo.
El vaticinio de la madre de todas las semanas caóticas, se cumplió. Aunque fue natura y no la clase política la que dio la nota.
Un abrazo a quienes han perdido a seres queridos y su patrimonio. Sé que la solidaridad de los mexicanos será como siempre timbre de orgullo en casa y en el mundo.
CARPE DIEM
La política de comunicación del nuevo gobierno estatal está delineada: premiar a Carlos Aguilar, el “cortesano favorito” del gobierno saliente con la Dirección General del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, de acuerdo a lo que se ha difundido preliminarmente. Si bien el nombramiento parece ser temporal, es una ofensa para el gremio periodístico y un desatino, por decir lo menos.
Pero otra de estas perlitas se gesta en las oficinas de gobierno. Anna Sofía Manzur, sí aquella que fue señalada como responsable del galimatías de la desafectación de un Área Natural Protegida, que obligó al Titular del Ejecutivo a pasar un ridículo sin precedentes, se mantiene en su puesto. El apellido paterno pesa.
Para leer:
Fernández Poncela, Anna. (2012). Psicología de masas, identidad social, epidemias y rumores: la influenza en México, en Sociológica, año 27, número 76, mayo-agosto de 2012, pp. 189-230.
Melucci, Alberto. (1999). Acción colectiva, vida cotidiana y democracia, México: El Colegio de México.
Moscovici, Serge. (1996). Psicología de la minorías activas, España: Ed. Morata.
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