Esta jueves inició el nuevo ciclo escolar en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex). Al evento protocolario acudieron el Rector, el Gobernador del estado, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y el del Congreso Local, entre otras autoridades. El acto inaugural se realizó en la Facultad de Odontología, debido a que se aprovechó la ocasión para que el mandatario estatal hiciera entrega física de las nuevas instalaciones edificadas en dicho plantel y -simbólicamente- otras en diferentes planteles.
Igualmente se otorgó (de forma simbólica) las preseas Ignacio Manuel Altamirano e Ignacio Ramírez Calzada a algunos profesores y estudiantes. Desde luego que "la nota" fue lo que tanto el Rector de la UAEM como el gobernador resaltaron: el incremento en la matrícula escolar. El gobernador destacó que, durante su administración, la cifra de estudiantes a nivel superior en la entidad pasó de 337 mil en el año 2011 a 433 mil jóvenes este 2017, incluyendo escuelas públicas y privadas. Por su parte, el Rector de la UAEMex subrayó que hoy iniciaron sus cursos 23 mil 183 mil estudiantes de nuevo ingreso, lo que representa un incremento del 12% con respecto al ciclo anterior.
Estos son los números y no suenan nada mal. Sin embargo, ayer mismo, al disponerme yo a acudir a una de las clases que imparto en la UAEMEx me llevé una sorpresa: mi grupo, de primer semestre, está integrado, según la lista oficial, por 50 estudiantes. Nunca antes en todos los años que tengo impartiendo clase en la universidad había tenido un grupo tan numeroso. Vaya, ni siquiera las sillas alcanzaron para que todos los chicos pudieran sentarse. El aula se quedó pequeña.
Inevitablemente se debe uno preguntar cuántos de esos chicos matriculados culminarán sus estudios. En el acto inaugural aludido no se señaló eso, pero las cifras oficiales de la UAEMex señalan que la eficiencia terminal de sus planteles de bachillerato es de 72%, y a nivel licenciatura de 52%. ¿Eso qué significa en términos prácticos? que prácticamente la mitad de los que inician sus estudios de licenciatura se "quedarán en el camino", y lo mismo ocurrirá con casi un tercio de los que iniciaron la preparatoria.
Es un hecho que, como decisión política, se han abierto las puertas a más estudiantes en la UAEMex; ese crecimiento en la matrícula, sin embargo, no ha sido acompañado por una contratación proporcional de nuevos profesores ni una inversión generalizada en infraestructura. De hecho, desde hace un par de años se ejerció presión para que ningún plantel contratara nuevos profesores de asignatura y para que se obligara a los Profesores de Tiempo Completo a impartir al menos cuatro cursos por semestre.
Sin duda es necesario que cada vez más jóvenes tengan acceso a la educación media superior y superior, pero deben hacerlo en las mejores condiciones posibles, no entrando "por default" a un plantel al que no imaginaron entrar, ni acudiendo a clases donde están hacinados y tiene enfrente a un profesor atiborrado de carga horaria y, por lo mismo, imposibilitado para tener tiempo de capacitarse, producir académicamente y estar actualizando su saber.
Los chicos que ayer iniciaron su periplo por la universidad deben tener garantizado el derecho a desarrollarse como personas creativas e independientes; deberían encontrar en las aulas espacio para el disfrute en el descubrimiento y la creación. Debe brindarles la universidad un espacio donde puedan cultivar su creatividad. Para ello se necesitan profesores y estudiantes comprometidos en actividades que les resulten satisfactorias, disfrutables. Todo el tiempo deben sentirse desafiados y deben pasionarse con lo que descubren y aprenden. Cada que un alumno y un profesor se sientan así la UAEMex crece, pero por cada otro que "aviente la toalla", está decreciendo como institución.
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