¡Por favor, paren esa masacre…! Clemencia piden en el graderío. Las sesiones del Consejo General del IEEM son un espectáculo que refleja muy bien a nuestra clase política. Efrén Ortiz, representante del partidito Nueva Alianza Estado de México, está convertido en el castigador de Morena y su representante Paco Vázquez, a quien ya trae de su puerquito, de zurra en zurra. Decir verdades es lo que menos importa, en la erística electorera, de lo que se trata es de dejar en ridículo al adversario, así sea con medias verdades o mentiras completas.
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Las acusaciones contra Delfina para poner en duda su honradez y honorabilidad son tan falsas y tan canallas como los señalamientos en contra de Alejandra del Moral que se dispersan en redes sociales. La maestra no se robó ni desvió 850 millones de pesos en su paso por la SEP, falso de toda falsedad. Tampoco la precandidata del PRI desvió 115 millones pesos simulando la compra de vivienda social cuando fue alcaldesa de Cuautitlán. En ambos casos son infundios, mierda de propaganda negra. Que ruin y peligrosa ruta para engañar en ambos casos a los electores.
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Alejandro Quintero, el publicista de Televisa que construyó en buena medida la imagen pública a Enrique Peña, acusado como autor de propaganda negra ilegal en contra de Andrés Manuel López Obrador, se ha acercado una vez más al Estado de México a ofrecer sus servicios y los de su empresa TV PROMO para “contribuir a derrotar” a Morena en las elecciones en curso. Quintero, confeso odiador de AMLO y la 4T, toca la puerta de la alianza PRI-PAN-PRD-NAEM, sin que haya recibido respuesta hasta ahora.
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El diseño estratégico de la campaña de “Va Por el Estado de México” tiene como eje transversal la conquista de los electores indecisos. Inteligentemente, entiende que el voto duro o leal del PRI-PAN-PRD-NAEM no le alcanza para ganar, necesita llevar a su causa a los abstencionistas consuetudinarios, arrepentidos y nuevos votantes. En su cálculo para ganar necesitará más de 3 millones de votos. ¿Podrá?
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En las negociaciones para la alianza PRI-PAN, acordaron que el grupo parlamentario del PAN –en la persona de su coordinador, Enrique Vargas– asumiera el control administrativo de la LXI Legislatura local, presidiendo este año la Junta de Coordinación Política. No se firmó un documento, pero fue un pacto de caballeros que, parece, se tambalea. Algo pasó y muy pocos se enteraron.