Foto Victor Castillo
En el Valle de Toluca operan 28 empresas concesionadas del transporte público de pasajeros. La falta de reordenamiento-tantas veces cacareado por las autoridades de Movilidad- y de voluntad política no solo afecta a los usuarios, también a los propios operadores, a decir de Odilón López Nava, delegado de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo, (Canapat), en el Estado de México.
Pocas son las empresas que les brindan un sueldo base; Línea Teo por ejemplo, paga 12 mil pesos mensuales a sus operadores. A eso se suma que hay conductores que deben dar una cuota diaria a sus patrones. Además de que se les descuenta el combustible, deben trabajar 14 horas diarias para poder reunir la cantidad que tienen que entregar, de lo contrario los castigan sin darles viajes.
Por si fuera poco, en varios casos hay rutas paralelas. De allí que los camioneros se pelean a los pasajeros, ya que los sueldos de los operadores están condicionados básicamente al número de personas que transportan al día.
Aunque otras veces olvidan que su trabajo es, precisamente, transportar a los usuarios, con tal de llegar a tiempo con sus checadores, corretizas que han provocado diversos accidentes .
Para López Nava a los operadores, en términos generales, los han privado casi al 100 por ciento de sus derechos, por lo que, en su opinión “no hay calidad moral de ninguna autoridad, ni de la sociedad que no usa transporte público, para exigir al operador y al transportista que sea profesional en su trabajo”.
“En la calle se impone la ley del más fuerte” afirma Odilón López, porque no hay un sistema de transporte y tampoco una regulación de las empresas para que sus operadores cumplan con todos los requisitos para manejar una unidad. Además de una licencia, lo ideal es realizarles exámenes de aptitudes, estudios socioeconómicos y exámenes de antidoping, expresó y no todo en los casos se lleva a cabo.