El sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto se caracterizó por los altos niveles de corrupción y violaciones a los derechos humanos. De hecho, una investigación realizada por Mexicanos contra la corrupción y la impunidad (MCCI) denominó a la administración como “el sexenio de la corrupción”.
Peña Nieto llegó a la presidencia con 38 por ciento de los votos emitidos en las elecciones del 2012, es decir, más de 19 millones. Esta cifra fue mayor a la de López Obrador solo por 6 puntos porcentuales, que colocaron a AMLO en el segundo sitio.
Inconformidad en la campaña presidencial
Desde el inicio de la campaña presidencial, Peña Nieto fue cuestionado por el manejo de su administración en el Estado de México. Un ejemplo de ello es el movimiento #YoSoy132 que estuvo conformado principalmente por jóvenes que se opusieron a su candidatura presidencial. Los estudiantes denunciaron y cuestionaron al entonces candidato sobre la represión policiaca en San Salvador Atenco en donde hubo violaciones a los derechos humanos.
La juventud rechazó la postulación de Peña Nieto no solo por los acontecimientos en el Edomex, sino por los crímenes y represión de movimientos sociales a cargo del Partido Revolucionario Institucional que él encabezaba.
Pese a las manifestaciones que intentaron detener su llegada a la presidencia del país, Peña Nieto fue electo. Una vez en el puesto firmó el Pacto por México, que consistió en un acuerdo con el PRI, PAN y PRD. Esto le permitió aprobar una serie de reformas en materia educativa, electoral, fiscal, de competencia económica, de telecomunicaciones y energética durante los primeros años de gestión.
Dos acontecimientos marcaron el rumbo de su periodo presidencial. El primero fue la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014. El segundo, una investigación que reveló la adquisición de una lujosa casa —valuada en más de 35 mil millones de pesos— por la primera dama Angélica Rivera.
Luego de estos acontecimientos, la corrupción se convirtió en una peculiaridad de la administración, según documenta la investigación La corrupción como sello de gobierno. Prueba de ello son las distintas investigaciones que involucraron a Peña Nieto en mal manejo de recursos, desvíos, paraísos fiscales, entre otros.
Corrupción y violencia: las bases del sexenio de Peña Nieto
Ayotzinapa
El caso de Ayotzinapa fue emblemático a nivel internacional por la grave violación a los derechos humanos y por el delito de desaparición forzada. En septiembre de 2014 en el municipio de Guerrero, 43 estudiantes rurales de Ayotzinapa fueron desaparecidos por policías municipales de Iguala y militares; sin embargo, otros actores estuvieron involucrados. Distintas investigaciones periodísticas documentaron la presunta participación del crimen organizado, que junto al Estado fueron responsables de la desaparición de 43 estudiantes y el asesinato de 5 personas.
Para entender mejor: Siete años después, ¿dónde están los 43 normalistas de Ayotzinapa?
Por este acontecimiento miles de jóvenes y organizaciones sociales salieron a manifestarse contra el gobierno presidencial priista. La situación se tensó aún más cuando Jesús Murillo Karam —titular de la entonces Procuraduría General de la República— declaró “verdad histórica” en el caso. Murillo Karam explicó que los estudiantes habían sido confundidos por sicarios; por lo que fueron asesinados y calcinados en el basurero de Colula por el grupo delictivo Guerreros Unidos.
Sin embargo, nunca se detuvo a los responsables y peritajes realizados por organizaciones internacionales contrastaban los resultados de la verdad histórica. El caso quedó impune y se sumó a la lista de masacres perpetradas por el PRI en el país.
La Casa Blanca
Por otro lado, la investigación titulada La Casa Blanca, realizada por el equipo de Aristegui Noticias, resultó en otro escándalo de corrupción que provocó el hartazgo de una parte de la sociedad en el país. El reportaje documentó que la primera dama, Angélica Rivera, adquirió una lujosa casa valuada en poco más de 35 mil millones de pesos. La construcción de la casa estuvo a cargo de Grupo Higa, empresa que obtuvo contratos durante el sexenio de Peña Nieto como gobernador del Edomex.
Los contratos sumaron un total de 8 mil millones de pesos por la construcción de las siguientes obras: el Hospital Regional de Especialidades en Zumpango, la autopista Toluca-Naucalpan, la autopista Toluca-Atlacomulco y el distribuidor vial Naucalpan-Metepec.
En La corrupción como sello de gobierno se explica que “a partir de ese momento, la corrupción política y sistémica tomó una gran relevancia en la agenda pública y provocó una caída —sostenida— en la aprobación, que ya no fue posible detener durante el resto del gobierno de Peña.”
Lo anterior a pesar de que Angélica Rivera hizo una declaración pública en la que explicaba que la compra de la propiedad la realizó con las ganancias que obtuvo mientras trabajó en Televisa.
Los escándalos continuaron
Un escándalo más en el sexenio de Peña Nieto fue el caso Odebrecht, una empresa brasileña que firmó licitaciones con políticos de toda América Latina; la empresa pagaba sobornos a los funcionarios que otorgaban licitaciones a Odebrecht. De este modo, Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, firmó un contrato en 2010 por el que recibió más de 10 millones de dólares repartidos en 7 depósitos durante el sexenio de Peña Nieto.
Investigaciones periodísticas revelaron que la triangulación de recursos con Odebrecht financió la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Cabe destacar que en 2018 el Instituto Nacional Electoral presentó una investigación que evidenciaba el pago ilícito a representantes de campaña, en su mayoría del PRI, en las elecciones del 2012.
A estos acontecimientos se suman la Estafa Maestra, un acto de corrupción que involucró a 11 dependencias, 8 universidades públicas y más de 50 funcionarios. Con ayuda de estos, el gobierno federal desvió más de 7.6 mil millones de pesos.
El modus operandi de la estafa consistió en que las 11 dependencias pagaban a las universidades —entre ellas la Universidad Autónoma del Estado de México a cargo de Jorge Olvera— por la prestación de servicios; después, las universidades recibían sobornos para depositar el “pago de servicios” a empresas fantasmas e ilegales. Hasta ahora, solo Rosario Robles se encuentra detenida por este caso. Los demás funcionarios involucrados se encuentran libres y continúan trabajando en las dependencias gubernamentales.
A los actos de corrupción se sumaron acontecimientos violentos como el caso de Tlatlaya en donde asesinaron a 21 hombres y a una mujer. Así como el incremento de violencia contra periodistas y defensores de derechos humanos. De acuerdo con el medio Rompeviento TV, Enrique Peña Nieto concluyó su gestión con un índice de desaprobación de 70 por ciento. Ahora, vive fuera de México, su vida privada y política la mantienen la oculta, fuera de los reflectores mediáticos.