Viene la época navideña. Etapa de sueños, de ilusiones y contrastes.
Mientras el grueso de los trabajadores mexicanos obtendrán aguinaldos, por así llamarlos, discretos, los secretarios de gobierno, gobernadores, diputados locales y federales, alcaldes, regidores y magistrados son de ensueño con lo que se vuelve realidad aquella popular frase de: próspero Año Nuevo.
Se dice que un trabajador mexicano tendría que trabajar 558 años para obtener lo que un magistrado logra este fin de año.