El empate decretado en la elección municipal de Tonanitla fue roto por la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El triunfo se declaró a favor del candidato del Partido Revolucionario Institucional, quien tenía, lo mismo que el Partido Acción Nacional, 1369 votos.
La polémica se dio por la petición de los partidos empatados de reconsiderar la validez de dos votos. En una de las boletas estaba marcado el logotipo del partido tricolor con la palabra “huevos”, pero se encontraba marcada una cruz sobre el emblema de Acción Nacional; en otro voto, el logotipo del PRI estaba marcado, pero al reverso se encontraba la palabra “nulo”; este último voto fue el validado por los magistrados y terminó cargando la balanza a favor del PRI.
La controversia radica en el contexto y significado a la palabra “huevos” y sus múltiples acepciones. Si la expresión es ofensiva, se entiende que el ciudadano dio su voto al PAN y expresó su repudio al PRI, de ser así, el voto sería válido para el PAN. En caso de que a la expresión “huevos” se le quite el carácter de ofensivo contará como marca para dos partidos de distintas coaliciones invalidando el voto.
El cuadernillo de consulta de votos válidos y votos nulos del INE especifica: “aun cuando esté marcada la boleta a favor de un partido, es claro que el lector manifestó su repudio con una expresión que muestra un insulto o es denotativa y que no expresó su voluntad de sufragar en su favor. Este voto es nulo”.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en resolución expedida el 22 de noviembre del presente año, no sin una serie de consideraciones literarias y lingüísticas del tipo “[el español es] una lengua que fusiona lo entrañable y lo cruel, la ceremonia y la rudeza, la fina ironía con el sentimiento” o “En México, la profusión de vocablos indígenas en una población mayoritariamente mestiza y la existencia de un metalenguaje único denominado `albur´ genera que la comunicación entre los mexicanos adquiera connotaciones diversas”, llegó a la conclusión que “no cobra sentido que un votante hubiese marcado claramente la opción política del PAN y posteriormente decidiera manifestar su apoyo al PRI mediante una palabra que, en la lógica del impugnante se refiere a un término denostativo”.
En la resolución, la palabra “huevos” fue entendida como ofensiva, por lo que el voto fue para Acción Nacional.
La sala regional ordenó al Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México entregar, en un plazo no mayor a 72 horas, la constancia de mayoría a Tomás Primo Negrete Chavarría, del PRI, como alcalde electo.
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