De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación en 2014, se destinaron 1.255 millones de pesos, equivalente a alrededor de 70 millones de dólares, y al momento de rendir cuentas no pudieron comprobar en que se gastó el 93 por ciento del dinero.
Los recursos son destinados para el programa Fortalecimiento de la Calidad en la Educación Básica con el objetivo de mejorar el aprendizaje de los alumnos, que disminuya el rezago educativo y apoyar al personal docente.
De los 31 estados, sólo ocho mostraron su documentación comprobatorio del gasto de recursos por 213.3 millones de pesos, pero el 65 por ciento de los recibos de pago presentaron irregularidades, ya que pagaron vales de gasolina, materiales de oficina que no tiene relación con el programa, artículos deportivos y realización de eventos no justificados.
De los 1.255 millones de pesos, 43.1 por ciento fue transferido para los procesos de estudio del inglés, y el 15 por ciento para proyector locales para la calidad educativa. Sin embargo, el resto del dinero no fue posible identificar su destino.
Por tanto, la SEP no vigiló el cumplimiento de lo establecido en las reglas de operación, no sancionó a los estados que incumplieron y le faltaron esquemas para evaluar los procesos y resultados del programa.