Más del 80% de la riqueza en manos del 1% de la población

Toluca, México; 5 de febrero de 2018. La economía capitalista, lejos de cerrar la brecha de la desigualdad entre personas con escasos recursos y los sectores sociales altos, ha polarizado la distribución de la riqueza a nivel mundial. Según datos de la organización Oxfam, actualmente el uno por ciento de la población mundial acapara el […]

Toluca, México; 5 de febrero de 2018. La economía capitalista, lejos de cerrar la brecha de la desigualdad entre personas con escasos recursos y los sectores sociales altos, ha polarizado la distribución de la riqueza a nivel mundial.

Según datos de la organización Oxfam, actualmente el uno por ciento de la población mundial acapara el 82 por ciento de la riqueza generada en 2017. La empresa Credit Suisse indica que las 42 personas más adineradas del mundo acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad.

El pasado 22 de enero Oxfam, que es una confederación de varias organizaciones no gubernamentales que busca combatir la pobreza y eliminar las desigualdades en la distribución de la riqueza a nivel mundial, publicó un informe en el que las políticas de desarrollo capitalistas han beneficiado sólo a los grandes empresarios y no a la mayoría de la población.

En ese informe se explica que el 82 por ciento de la riqueza generada en el 2017 en el planeta pertenece a sólo el uno por ciento de la población. Si consideramos que los cálculos de población para el 2017 fueron de 7 mil 350 millones de habitantes, ese uno por ciento correspondería a 73 millones de personas.

En ese informe, Oxfam indicó que, con base en datos de la empresa financiera Credit Suisse, 42 personas acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad.

“Desde el año 2010, la riqueza de esta élite económica ha crecido en un promedio de 13 por ciento al año; seis veces más rápido que los salarios de las personas trabajadoras que apenas han aumentado un promedio anual del 2 por ciento”.

“Los directores generales de cualquiera de las cinco principales marcas de moda ganan en tan sólo cuatro días lo mismo que una trabajadora del sector textil de Bangladesh durante toda su vida. En los Estados Unidos, un director general ganará en poco más de un día lo que un trabajador medio gana en todo un año”.

Estos datos evidencian las contradicciones del sistema capitalista que promueve el libre mercado y la maximización de los intereses de los grupos capitalistas, difundiendo una retórica de desarrollo social como justificación para privilegiar esos intereses en menoscabo de los derechos de los pueblos originarios, de la población de los países pobres, y de los pobres de los países ricos.

Así, desde el arribo del grupo de los tecnócratas del PRI en la gestión de Salinas de Gortari en 1988, a consecuencia de la pésima administración del Estado del modelo de desarrollo estabilizador que proponía el control de una parte de la economía, el gobierno mexicano ha privilegiado la apertura del mercado nacional a los intereses capitalistas extranjeros o locales.

Sin embargo, el gobierno debe de regular la economía del país para beneficio de las clases menesterosas, en un modelo de desarrollo económico que privilegie el desarrollo social y la inversión pública en sectores estratégicos de la economía, junto con las políticas de apertura del mercado y de incentivación de las inversiones privadas en el país.