El sábado diez de enero, en el auditorio del viejo sindicato de maestros estatales, ubicado en Santa Cruz Atzcapotzaltongo, del Municipio de Toluca, acudió Luis Ángel Jiménez Huerta, director general de Educación Básica, de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de México, a una reunión con maestros que fueron convocados desde muy temprano, gastando en ello las cuotas sindicales de los profesores que cotizan para dicha organización gremial, esto para conocimiento de quienes no saben del destino de sus aportaciones quincenales.
Usted no se equivoca, el asunto no fue educativo, los temas tratados fue en torno a la elección de candidatos del PRI, entre otros el de la Presidencia del Municipio de Toluca, las diputaciones locales y las federales, se dice que la presencias del director general de educación, fue para conocer a los asistentes.
Entre los convocados se encuentra un maestro, quien asegura que en días pasados acudió al Departamento de Educación Primaria, dependiente de la Dirección General en comento, para iniciar tramites que le permitan un cambio de adscripción de su centro laboral actual.
Señala que la atención en ventanilla fue pésima, le dijeron que “aquí no recibimos nada, ustedes quisieron la reforma o no, ahora aguántense”, en actitud por demás indescriptible le dijeron que si quería que dejara sus datos: nombre, un número de teléfono, incluso la escuela en donde estaba adscrito, lo que realizó entristecido y decepcionado, seguro de que no le van a realizar ningún cambio de ubicación de escuela.
Agrega que le sorprendió que le llamaran telefónicamente para invitarlo a la reunión sabatina, le dijeron “hay una reunión el sábado, debe ir si quiere su trámite, estará presente el director general, si no acude no lo tomaran en cuenta”, entre otras cosas que recuerda.
La reunión se llevó a cabo, dijo que fue necesario aguantar los discursos preparados para la ocasión, entre otros el del secretario general sindical; al final de la reunión, no fue posible que se atendiera su asunto, manifestando su enojo por las condiciones que se pretenden imponer para un trámite administrativo: “no puede ser, los sábados trabajo como mesero, desde la mañana servimos almuerzos y más tarde comidas, hoy falte y entró mi reemplazo, probablemente me castiguen uno o dos fines de semana por no haber ido, quién me va a pagar ese poco dinero que necesito para mi familia y ahora encontrarme con esto, no lo puedo creer, por qué son así,…”, decía resignado.
¿El Secretario de Educación estatal, sabe de estas conductas de su subalterno?, es de dominio público que la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, sanciona este tipo de actuaciones, como en los que incurre el director general de Educación Básica, al no estar establecidas en el reglamento interior de la propia Secretaria del ramo educativo.
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