El 28 de febrero de 2020 se identificó el primer caso de coronavirus en México, un hombre joven que viajó a Italia; un año después, según los registros federales, han fallecido en el país alrededor de 185 mil personas debido a este virus y han dado positivo a la enfermedad casi 2 millones 300 mil mexicanos.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell, confirmó el primer caso en la mañanera, dijo que el infectado era originario de la Ciudad de México y que su familia, compuesta por cinco personas, estaban en aislamiento en el INER, con síntomas leves.
En esos momentos las autoridades podían dar seguimiento a los casos, apenas se vislumbraba una crisis económica para diversos sectores de la población; se avecinaba una gran pausa en las clases presenciales; una época terrible para la cultura; entonces no estaba cerca una alta ocupación hospitalaria.
El Estado de México
Unos días después de haber sido identificado el primer caso de infección por Sars-Cov-2 en el país, el 6 de marzo, se registró el primero en el Estado de México: un hombre de 71 años quien también viajó a Italia.
La estrategia adoptada por las autoridades federales se impulsó, en principio, en todas las entidades; entonces no se recomendaba el uso de cubrebocas pero sí la sana distancia, también se recomendaba una menor movilidad; la principal consigna era quedarse en casa.
Cerca de un año sin clases presenciales
En el marco de la Jornada Nacional de Sana Distancia, la Secretaría de Salud del Estado de México exhortó a la población a mantener las medidas básicas de prevención: evitar asistir o realizar actividades masivas, así como proteger y cuidar a las personas adultas mayores de 60 años; se suspendieron las actividades escolares con el propósito de reducir el riesgo de contagio en menores de edad del 20 de marzo al 20 de abril, la medida aplicó para 25 mil planteles educativos, casi 4.8 millones de estudiantes.
La resistencia
El establecimiento de medidas de protección en los municipios del Estado de México resultó, en algunos casos, en una resistencia comunitaria; de la negación a la existencia de la enfermedad a la creencia de que el virus sería esparcido por la propias autoridades en lugares como Almoloya de Juárez y San Cristóbal Huichochitlán donde hubo resistencia a la sanitización; en otros lados, esta resistencia se trasladó a la negativa de mantener las medidas de sana distancia, se han organizado bailes y fiestas familiares que, incluso han debido ser interrumpidas por las autoridades.
Ocupación hospitalaria
Al principio de la pandemia se reconvirtieron algunos hospitales de la entidad para atender a pacientes con covid-19, más adelante comenzaron a ser insuficientes; durante junio la ocupación hospitalaria creció, a principios de febrero de 2012, el Estado de México era primer lugar nacional de ocupación hospitalaria, con 82.55 por ciento.
El comercio y la pérdida de empleos
En junio, los comercios cumplían 90 días de permanecer cerrados, específicamente el sector restaurantero, turismo y esparcimiento, algunos sectores fueron considerados esenciales y reanudaron sus actividades: el automotriz, la construcción y la minería.
Laura González Hernández, presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México consideró los empleos formales e informales perdidos podrían rebasar los 140 mil.
La violencia contra las mujeres
La contingencia sanitaria por la pandemia de covid-19 empeoró el acceso a la justicia a mujeres víctimas de agresiones, violencia familiar, sexual, feminicidio y desaparición en el Estado de México. La organización Amnistía Internacional documentó el impacto de la pandemia de covid-19 en los servicios de procuración de justicia a través del informe “Como anillo al dedo”, donde se menciona que el Estado de México es la segunda entidad federativa con una mayor cantidad de carpetas de investigación abiertas por feminicidio en términos absolutos (un total de 122 en el año 2019) y la decimosexta entidad federativa en términos relativos con una tasa del 1.38 por cada 100 mil mujeres.
El PIB y el covid-19
Al cumplirse un año de la pandemia, en el Estado de México, el diagnóstico es que en la entidad se puede anticipar una contracción adicional en el PIB nacional del primer trimestre del año.
Según información publicada en El Economista, la Ciudad de México y el Estado de México aportan una cuarta parte del PIB nacional (26.5%), y “la propagación del virus en este territorio, así como el cierre de negocios para limitar la velocidad de contagios, dejarán secuelas que de entrada, acumularán un séptimo trimestre en contracción”.
La vacunación
El 15 de febrero, la Secretaría de Salud del Estado de México informó que se inició la primera etapa de vacunación para adultos mayores contra covid-19 en 48 comunidades de 24 municipios; en lugares como Ecatepec los primeros días fueron caóticos pero comienza a mejorar la organización. En el resto del país la jornada ha comenzado en las comunidades mexiquenses con mayor rezago: Amanalco, Almoloya de Alquisiras, Atlautla, Atlacomulco, Acambay, Aculco, Axapusco, Apaxco, Chapa de Mota, Coatepec de Harinas, Donato Guerra, Ecatzingo, Hueypoxtla, Ixtapan del Oro, El Oro, Temascalapa, Temascalcingo, Temoaya, Ocuilan, Otzoloapan, Tlatlaya, Texcalyacac, San Felipe del Progreso y Santo Tomás de los Plátanos.