Mitos y realidades sobre la vacuna de la influenza

La influenza AH1N1 es un virus que nunca se había identificado como causa de infecciones en los seres humanos antes de la pandemia de 2009

Texto: Donají Aguilar / Fotos Jesús Mejía

El pasado dos de octubre comenzó la temporada de influenza en nuestro país y aunque actualmente nuestra atención se centra en la pandemia de COVID19 que se mantiene golpeando a México y el mundo, es necesario no pasar por alto los riesgos que implica contraer esta enfermedad en un momento tan crucial.

La influenza AH1N1 es un virus que nunca se había identificado como causa de infecciones en los seres humanos antes de la pandemia de 2009. Entre sus síntomas se encuentran la fiebre mayor de 38.5o C, dolor de cabeza intenso, tos, dolor muscular y articular, dolor faríngeo, náusea, vómitos y diarrea.

Las personas que están en mayor riesgo de contraer la enfermedad son las embarazadas, los niños pequeños y las personas de cualquier edad aquejadas de ciertas afecciones crónicas pulmonares o crónico-degenerativas.

Hoy te aclararemos ciertos mitos que se tienen en torno a la vacunación para que tomes nota y no te arriesgues.

Mito: Las personas sanas que nunca han contraído la enfermedad no deben vacunarse.

Realidad:  Cualquier persona puede contraer la gripe de la influenza. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que todas las personas de 6 meses de edad en adelante se vacunen contra la influenza cada año. Son raras las excepciones.

Mito: La vacuna de la influenza desencadena la enfermedad.

Realidad: La vacuna de la influenza no puede contagiarte de la enfermedad porque solo contiene trozos del virus de la influenza y, además, está inactivado.

Mito: Las vacunas contra la influenza producen autismo.

Realidad: Las vacunas de dosis única no tienen timerosal, un conservante que contiene mercurio y que ha sido culpado de problemas de salud, incluido el autismo. Numerosos estudios han mostrado que no hay vínculo entre la exposición al timerosal y el autismo.

Mito: Me vacuné el año pasado, así que ya no es necesario.

Realidad: Vacunarse el año anterior no significa que vayas a estar protegido este año. Los virus cambian con el tiempo, así que es necesario recibir la vacuna anualmente.

Mito: Si no me vacuno en otoño ya no puedo vacunarme
Realidad: Aún si te vacunas a principios del invierno la vacuna será efectiva para combatir la enfermedad.

Mito: La influenza es solo un resfriado.

Realidad: Se ha subestimado por años los daños que puede causar la influenza. La enfermedad puede complicarse tanto que podría desencadenar en una neumonía fatal. En 2013, el CDC informó que aproximadamente el 90% de los niños que murieron a causa de la influenza no habían sido vacunados