Toluca, México; 22 de septiembre de 2019. En septiembre, la calidad del aire en Toluca sigue sin ser buena: el promedio de partículas contaminantes PM10 y PM2.5 en la atmósfera se ha mantenido en 70 y 91 puntos, respectivamente. Es decir, que al respirarse, el aire puede provocar molestias respiratorias o cardiacas en las personas, debido a las sustancias nocivas que contiene.
El problema de la mala calidad del aire en la capital mexiquense y de otros municipios que conforman la zona metropolitana del Valle de Toluca se visibilizó tras la contingencia ambiental que dicha región atravesó en mayo pasado, al igual que en la Zona Metropolitana del Valle de México.
En aquellos días, la Red Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA) registró hasta 140 puntos para las PM2.5, casi el triple de la cantidad recomendada para realizar actividades al aire libre sin poner en riesgo la salud.
La mala planeación de las ciudades, la poca regulación del transporte público y su falta de modernización, la escasez de espacios verdes y la proliferación de las islas de calor, junto con el poco control de las emisiones de gases provenientes de la industria, son algunas de las causas que abonan a que la calidad del aire no mejore.
De acuerdo con la Primera Conferencia Mundial de la Organización Mundial de la Salud sobre Contaminación del Aire y Salud, el 91 por ciento de la población en el planeta respira aire insalubre. Esto ocasiona que al año mueran siete millones de personas que, generalmente, son las más pobres y marginadas las que se llevan la peor parte.
En ese sentido, durante la contingencia de mayo, la zona norte del municipio de Toluca fue donde se reportaron los índices más altos de contaminación atmosférica. Es también el norte del municipio donde se ubican las poblaciones con más alto índice de marginación de dicha alcaldía.
Luego de la contingencia ambiental, los índices de contaminación atmosférica disminuyeron: de 120 puntos de PM10 y 114 puntos de PM2.5 registrados en el mes de mayo, los índices pasaron a 70 y 91 puntos en agosto. Sin embargo, estos registros de las partículas contaminantes siguen representando un riesgo para la salud de los habitantes de Toluca.
