El pasado 19 de diciembre falleció Omar Ménez Espinosa, quien forma parte de una importante generación de escritores y promotores de la letras en Toluca; un hombre que el poeta José Luis Domínguez evoca con un poema: “Ha muerto un hombre bueno / de esos hombres que ya no son tan comunes, / de esos hombres que nacen menos cada vez / y que, de abundar –qué duda cabe– harían de nuestra pobre, una mejor patria…”.
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Omar Ménez y su impronta en las letras
Omar Ménez nació el 29 de febrero de 1936 en Zacualpan, al sur del Estado de México, pero desde su infancia radicó en la ciudad de Toluca. Fue el segundo hijo de Guillermo Ménez Servín y Evangelina Espinosa Heras.
Médico de profesión, formado en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México; ejerció esta profesión, durante más de 40 años, en diferentes sitios como el Hospital de Traumatología y Cirugía de Urgencia “Dr. Rubén Leñero”. También se desempeñó como médico en distintos municipios, como Teoloyucan, y como médico escolar en las normales de Capulhuac, Tejupilco y Santiago Tianguistenco, donde también fundó talleres literarios.
En su ejercicio profesional también se encuentra la docencia, en lugares como las propias normales o planteles de las escuelas preparatorias de la UAEMex, donde impartió clases de Ciencias de la Salud, Anatomía, Morfofisiología Humana y Biología.
Un hombre activo en las actividades escultistas y culturales, fue cofundador de grupos como el Club de Excursionismo y Espeleología “Caballeros de la Montaña” y grupos de scouts y de Caballeros y Guías Aztecas de Hacienda.
La obra de Omar Ménez
Omar Ménez fue miembro de la Unión de Escritores Mexiquenses A.C. y ganador de diversos reconocimientos como el Premio Internacional de Narrativa “Ignacio Manuel Altamirano”, en 2007, convocado por la UAEMex, con la obra Las flechas de Apolo, novela que trata el tema de una epidemia registrada hace 190 años en el “triste villorio” de San Joseph Tolotzinco; un texto en el que
“la inclinación docente de Omar Ménez está en la elocuencia de las disertaciones sobre la historia antigua de Tolotzinco y la medicina, de la cual se rastrean sus orígenes en las doctrinas de Empédocles, Hipócrates y Galeno dedicadas a los temperamentos, los cuatro elementos que conforman todo cuanto existe en el mundo y los humores que, a manera de fluidos, circulan por el cuerpo y determinan el aspecto, temperamento y hasta la complexión de las personas”, señala un artículo de Alfonso Sandoval Álvarez, publicado en La Colmena.
Ménez también coordinó el suplemento “Partenon”, de la revista Ágora; autor en los años ochenta de la columna semanal “Café y té de canela”, publicada en El Sol de Toluca.
También escribió poemas, cuentos, ensayos y novelas entre las que se cuentan: Manual de morfofisiología humana (edición del autor, 1976), Historia de las interpretaciones de la salud y la enfermedad (edición del autor, 1983), Manual de ciencias de la salud (edición del autor, 1984), Isidro Fabela. Biografía (Educarte, 1990), Miguel Hidalgo. Biografía (Educarte, 1990), José Ma. Morelos y Pavón. Biografía (Educarte, 1991), Los Niños Héroes. Biografía (Educarte, 1992), Las calles de Toluca (Ayuntamiento de Toluca, 1993), Abejas de lumbre. Anécdotas del Instituto Científico y Literario del Estado de México (edición del autor, 1995), Para leer poesía (edición del autor, 1997), Microhistorias de Toluca (edición del autor, 1998), Atención premédica en urgencias escolares (Educarte, 2002) y La salud del emperador (edición del autor, 2002).
Libros escritos por el toluqueño Omar Ménez / Fotos: Elisena Ménez
Antes de su muerte dejó preparadas cuatro obras inéditas para publicarse en 2022: un compendio de sonetos, un poemario infantil, un repertorio de cuentos cortos alrededor de la muerte y un divertimento reflexivo de aforismos.
Sobre la producción de sonetos de Omar Ménez Espinosa, el autor Dante Medina Magaña, catedrático jalisciense de la Universidad de Huelva, España, opina que Ménez Espinosa “es un patrimonio de la poesía en Hispanoamérica”.
Omar Ménez Espinosa y Ofelia Sánchez Luna, su compañera de vida por distintos momentos, tuvieron tres hijos: Rosalba Mabilia, Elisena y Rabindranath.