Toluca, México; 12 de julio de 2018. Los esfuerzos por apagar los centros nocturnos y los table dance en el Valle de Toluca han sido insuficientes, eso a pesar de que en junio de 2014 el entonces gobernador, Eruviel Ávila Villegas, promulgó una ley que obligaba a esos negocios a bajar sus cortinas para minimizar y erradicar delitos como la trata de personas.
Pero cuatro años después, algunos table dance del Valle de Toluca continúan operando en aparente clandestinidad, fáciles de encontrar para las personas, pero invisibles para las autoridades mexiquenses.
Los centros nocturnos y table dance han dejado atrás los enormes espectaculares con mujeres en lencería que parecían haber sido arrancadas de las páginas de revistas para caballeros, las chicas ataviadas con minifaldas y blusas con provocativos escotes que invitaban a ingresar a los establecimientos a transeúntes y automovilistas, y las estridentes luces de los graneleros; hoy apenas un trabajador con flashasos de una lamparita intenta atraer a los clientes.
Actualmente las fachadas son discretas y están camufladas, lo mismo como restaurantes que como bodegas. Algunos como el antiguo “Exxxtasis” abandonaron sus locales en las avenidas principales y se instalaron en sitios con bajo perfil, donde intentan pasar desapercibidos para vecinos, autoridades y módulos de policías que están a menos de setenta metros de los establecimientos.
Pero no todos los centros nocturnos continuaron operando, muchos mutaron su giro a karaokes y centros cheleros, pero en su menú continúan ofreciendo bebidas alcohólicas; no obstante, la mayoría de esos establecimientos bajó sus cortinas y abandonaron los locales.
Meca de la prostitución
Hasta hace cuatro años el corredor de Paseo Tollocan y avenidas como Alfredo del Mazo y José López Portillo en la capital mexiquense albergaban decenas de centros nocturnos y table dance, que no ocultaban ni trataban de disimular lo que ofertaban en su interior.
Sólo en el municipio de San Mateo Atenco operaban al menos 20 centros nocturnos que se ajustaban a prácticamente a todos los bolsillos, desde lugares muy económicos con cuarentonas que desbordaban sus fatigados vientres por las mesas hasta lugares exclusivos como el Krystal o el Dow Jones, donde incluso fueron detenidas en operativos bailarinas exóticas provenientes de países como Cuba, Costa Rica y Argentina.
De aquellos establecimientos queda muy poco, pues en 2013, el entonces gobernador Eruviel Avila Villegas, afirmó que su administración no toleraría más la operación de “giros rojos”, al afirmar que “son centros de operación de la delincuencia organizada”.
En aquellos días Eruviel lanzó una rabiosa campaña para erradicar esos establecimientos y envió al Congreso local la iniciativa de Ley de Competitividad y Ordenamiento Comercial del Estado de México, que entre otras cosas regulaba la operación de establecimientos mercantiles y prohibía los lugares donde se vendían bebidas alcohólicas y se atentaba “contra la dignidad humana”.
La promulgación de la ley obligó a que alrededor de mil establecimientos de ese tipo bajaran sus cortinas en todo el Estado de México, dejando sin trabajo al menos 35 mil trabajadores entre bailarinas, meseros, cadeneros, personal de seguridad, garroteros, valet parking, cantineros y propietarios.
Pero en el Valle de Toluca la prostitución no sólo se ejerce en centros nocturnos, también en lugares como la Terminal de Autobuses, en la calle Humboldt y en el Boulevard Aeropuerto.
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