El deterioro del Nevado de Toluca puede poner en riesgo los recursos hídricos en la ciudad y provocar que las inundaciones se agraven. En entrevista, el investigador de la UAEMex Giovani González Camacho habló sobre la importancia de la conservación de esta área natural.
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“Uno de los impactos más fuertes que podríamos tener en la ciudad de Toluca si no llevamos a cabo las actividades de conservación forestal adecuadas es que en primer lugar tenemos problemas de saturación de sedimentos en el drenaje.
“Actualmente, muchísimos de esos sedimentos vienen a parar en la ciudad de Toluca y Metepec y esto genera problemas muy fuertes que afectan a la población (…). Otro problema que tenemos es la filtración de agua en el manto freático de la Ciudad de Toluca, que es donde se abastece la poblaciones cada vez es menor”.
El también académico de la UAEMex señaló que a los problemas de infiltración del agua al subsuelo se le suman la extracción de agua que se está dando en mayores cantidades, lo que puede generar una crisis hídrica:
“por un lado estamos extrayendo una mayor cantidad de agua y por el otro, al no contar con la suficiente cobertura vegetal, estamos impidiendo que se filtre la cantidad de agua (…). Esto tarde o temprano va a generar una crisis hídrica en la cual la ciudad de Toluca no va a poder abastecer de agua a la población”.
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Fallas del programa de conservación de suelos y ejidos en el Nevado
Para atender el problema de conservación en el Nevado, Giovani González junto con otros investigadores publicaron recientemente un estudio en el que analizan el programa de conservación del suelo que se ha aplicado en los últimos años en el área natural.
El trabajo gira en torno a la implementación del programa de conservación de suelos en los ejidos y comunidades del Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca (APFFNT), así como la percepción que tienen estos ejidos y comunidades sobre dicho programa.
La investigación concluyó que el diseño del programa actual no consideró destinar recursos a las zonas más erosionadas, lo cual implicó que solo algunos núcleos agrarios participaran y acapararan la mayor parte de recursos económicos.
El estudio también observó que los ejidos y comunidades con los niveles de erosión más elevados están cerca de las carreteras que atraviesan el área natural protegida y de áreas urbanas. En dichas zonas también hay una muy reducida participación de población indígena.
Ante ello el Doctor Giovani González y los colaboradores del estudio plantean que es necesario crear una estrategia de conservación de suelos integral que considere apoyos que fomenten el cambio de uso de suelo de agrícola a forestal, elevar el nivel de participación de la población, reducir la migración laboral y fomentar otro tipo de acciones que favorezcan aún más la infiltración de agua.