¿Qué es el Bullying y por qué se ha normalizado en el Edomex?

Especialistas señalan que el acoso escolar no siempre es identificable.

El acoso escolar, o denominado bulliyng, es una situación que se vive con regularidad en las escuelas del mundo, del país y del Estado de México; se trata de un problema que cuando escala llega a situaciones fatales poniéndose en la mira de los sectores involucrados.

Recientemente, la muerte de la adolescente Norma Lizbeth, provocada por los golpes que una de sus compañeras de escuela en Teotihuacán le propinó en la cabeza con un objeto, desató en redes sociales una serie de reacciones diversas, desde cuestionar la educación de la adolescente agresora hasta la revictimización de Lizbeth.

Entender el fenómeno del acoso escolar sería simple si se hace consciencia de los elementos que lo integran y, principalmente, del papel que juegan los involucrados, según el investigador del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, el doctor Eduardo Pérez Archundia, el acoso escolar no es lo mismo que violencia escolar, el primero es un fenómeno que cuenta con las siguientes características:

  1. Es un acto entre pares: esto significa que no existe una línea jerárquica, es decir, compañeros de escuela, no se presenta en el caso de maestro y alumno.
  2. Es continuo: se da de manera cotidiana y persistente, esto es, una pelea esporádica no es considerada acoso escolar.
  3. Existe una diferente condición de poder entre los actores: si bien se da entre pares, uno ejerce una situación de poder, por ejemplo: el alto contra el pequeño, el fuerte contra el débil, hombre contra mujer, el popular contra quien no lo es.

El acoso escolar no siempre es identificable, las personas que rodean el fenómeno, los padres, los profesores, no siempre se dan cuenta de que está sucediendo porque la violencia no siempre es explícita, sino que puede ser simbólica y puede parecer algo gracioso (como el caso de los apodos).

Una vez que se han identificado las características, se debe conocer cuáles la tipología inicial de los elementos que se involucran en el acoso escolar:

  1. La víctima o el acosado: quien recibe la agresión sistemática.
  2. El victimario o el acosador: quien ejerce la violencia. Se alimenta de la aprobación o simple atención de los testigos, porque mostrar el poder se posiciona en la cima social de la microsociedad que es el entorno escolar.
  3. Los testigos: son los observadores. Pueden ser pasivos (quienes solo miran) o activos (quienes apoyan, aplauden, se ríen y alientan al agresor a seguir ejerciendo el poder), estos últimos contribuyen a tener al agresor en una posición de poder.

La normalización de la violencia simbólica y el elemento cultural

A lo largo de los años la violencia simbólica se ha ido normalizando, es decir, no se percibe como una agresión, las personas de alrededor piensan que no hay una afectación, sin embargo, no se sabe qué es lo que la víctima está experimentando.

Ciertas expresiones como las burlas y denostaciones también se han normalizado: exponer frente al grupo a alguien que no sabe algo u obtuvo una baja calificación es una manera de ejercer esta violencia y en ocasiones lo hace el propio profesor.

Asimismo, se la ha dado al acoso una “cualidad” formativa, se justifica diciendo que puede “forjar el carácter” porque el afectado debe sobreponerse a esa violencia.

En México se vive una cultura violenta, menciona el académico Eduardo Pérez, la burla, la ruptura de las normas, el “agandalle” tiene un significado particular, «a quien se mete en la fila se le considera astuto porque logra pasar antes»; además está el contexto que vivimos, considerando el narcotráfico, la violencia institucional, la discriminación y situaciones preferenciales para algunos grupos de la sociedad.

“Pareciera que en México siempre está lo festivo de la mano con lo violento”, declara el especialista. Asimismo, la queja es rechazada con el argumento de que el agredido“no aguanta nada”.

En términos de lo normativo también hay un problema, el investigador Eduardo Pérez ha documentado que cuando hay un o una adolescente acosador y los padres son mandados a llamar, éstos normalmente no llegan y ante esto no hay otra opción más que seguir permitiéndole la entrada porque si se evita puede haber una sanción para la escuela.

Algunos padres pueden molestarse y generar algún tipo de agresión en la institución, para lo cual tampoco hay una normatividad sancionadora.

Identificarse y tomar acción

La erradicación del acoso escolar no se ve cercana. La responsabilidad de la sociedad es fundamental porque siempre se forma parte de ella, desde una u otra perspectiva.

Corresponde en un primer momento reconocer los elementos y las características del acoso y saber en qué lugar se está para tomar alguna medida que contribuya a concluir con naturalización del acoso.

Los investigadores Manuel Ghiso y Yanet Ospina en el artículo “Naturalización de la intimidación entre escolares: un modo de construir lo social”, señalan que el acoso hace admisible lo inadmisible, como mecanismo socio-cultural que “mantienen ciertas estructuras y modos de vida que apuntalan y refuerzan la permanencia de un modelo sociopolítico cultural excluyente”.