Sálvese quien lea

  Señorita México Ignacio Trejo Fuentes dijo que “Señorita México”, de Enrique Serna, era “sarcástica, punzante, contundente: la ópera prima de uno de los narradores más poderosos de Latinoamérica”; y, obviamente, desde el título se antoja leer esta sátira que refleja la “hipocresía social”, tal como bien apunta Leonardo Tarifeño. Además, Enrique Serna me ha […]

 

Señorita México

Ignacio Trejo Fuentes dijo que “Señorita México”, de Enrique Serna, era “sarcástica, punzante, contundente: la ópera prima de uno de los narradores más poderosos de Latinoamérica”; y, obviamente, desde el título se antoja leer esta sátira que refleja la “hipocresía social”, tal como bien apunta Leonardo Tarifeño. Además, Enrique Serna me ha parecido siempre un asertivo y atinado ensayista; uno podrá estar o no de acuerdo con lo que plantea, pero siempre esgrime argumentos que te hacen reflexionar. Por ello, supuse que la novela provocaría una sensación similar. Lástima que no fue así.

El texto nos cuenta la historia de Selene Sepúlveda (quien obtuviera el premio a Señorita México en 1966), pero lo hace a dos voces: una, la de la propia protagonista, quien le relata a un reportero de espectáculos los pormenores de su vida (aunque éste tergiversará todo para hacerla lucir infame e ínfima ante los lectores) y un narrador externo, quien nos va pergeñando los verdaderos hilos que tejen la existencia de esta mujer (más bien, muchacha ingenua, quien debe afrontar los obstáculos que la vida pone delante suyo).

Tal vez con sus obras posteriores –que han cosechado premios como el Mazatlán de Literatura, el de Narrativa de Colima y el Antonin Artaud– Enrique Serna demuestre la poderosa voz que caracteriza sus ensayos pero, al menos con “Señorita México”, nos queda a deber. Digo, no es mala, pero tampoco aportada gran cosa a la narrativa nacional. Sin pena ni gloria. Una novela de la cual se puede pasar de largo, y no pasa nada.