Como si no hubieran existido siete meses de pausa en la NFL, los Dallas Cowboys comenzaron igual de imponentes que el año anterior y lo hicieron ante el que luce como su gran competencia divisional.
Con Ezekiel Elliott en el ‘backfield’, el conjunto de la “estrella solitaria” mantuvo el ritmo del 2016. Lucieron sólidos por tierra, eficaces por aire y poderosos a la defensiva. También se aprovecharon del pobre encuentro que hicieron los Gigantes, sobre todo Eli Manning. El dos veces campeón del Super Bowl estuvo lejos de su mejor versión, se fue sin pases de anotación y con una intercepción.
Dak Prescott dejó en claro que el temple mostrado el año pasado parece ser una característica única y lanzó para 269 yardas y una anotación con el eterno Jason Witten, quien se convirtió en el jugador con más yardas en recepciones en la historia de Dallas.
Los Vaqueros ganaron y lo hicieron sin dejar ninguna duda, para deleite de sus aficionados que esperan verlos campeones esta temporada.
La Semana 2 presentará un muy atractivo duelo cuando los Vaqueros visiten a los Broncos; por su parte, los Gigantes recibirán a los Leones de Detroit en el Monday Night Football.