Fue un torpedo directo al soporte económico de la élite política que ha controlado el poder en el Estado de México durante los últimos 24 años. Derrumbar el proyecto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco fue un golpe tan fuerte como el recibido en julio pasado, pero los damnificados están en todos lados: en la derecha y en la izquierda, entre los de buena fe y los de mala fe. Fue la puntilla al peñismo, a los neoliberales tardíos, a los acaparadores y a todos aquellos que se han enriquecido obscenamente con la obra pública de mala calidad y cobrada siempre con sobreprecios.
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Pierde Texcoco un proyecto económico pero ganan Zumpango y Toluca. El aeropuerto en Santa Lucia es una muy buena noticia, la recuperación del de Toluca, otra. Como sociedad debemos estar satisfechos, el sentimiento de pérdida no está entre la gente común y corriente, por el contrario, hay un ánimo de victoria.
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Hace falta construir un clase política emergente frente al derrumbe de los grupos priistas, será una tragedia si todo ese poder que han perdido se traslada intacto a MORENA, porque necesariamente terminaría repitiendo todos los vicios que tienen en agonía al tricolor. Como sociedad no podemos equivocarnos quitando a un partido para sustituirlo con matices por otro. La distribución equilibrada del poder es la activa el sistema de frenos y contrapesos, no el simple relevo de las personas o los colores.
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Los terrenos que se disputan en tribunales comuneros de Malinalco y Ricardo Salinas Pliego eran en su origen propiedad pública, pero de una manera poco clara fueron escriturados a favor del dueño de TV Azteca. Las 36 hectáreas que ejidatarios han ocupado para reclamarlas como suyas tienen un valor en el mercado inmobiliario de al menos 70 millones de pesos. Ese litigio agrario no puede verse como una lucha de buenos contra malos, o viceversa, pero en el fondo por supuesto que hay algo malo.
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Con el fin del sexenio no sólo el presidente Peña regresará al Estado de México, lo hará también Ruiz Esparza, quien ya acondiciona su casa en Metepec y prepara la mudanza de su departamento en la Ciudad de México; también vuelve Luis Miranda, su casona en Providencia está lista; la de Erwin Lino, en Los Encinos, está lista. Así como ellos, al menos 300 más estarán de regreso. El que no volverá a poner un pie en el Estado es Luis Videgaray, su casa en Malinalco está en venta y la de Huixquilucan se está desocupando. Nada es para siempre… nada es para tanto.