El comportamiento del crimen organizado en Toluca para elegir con quién se va a pelear es, por decir lo menos, enigmático. Declara la guerra al personal de la Fiscalía de Justicia del Estado de México, cuya sede principal está en esta ciudad, pero pasa de largo a la fuerza operativa de la policía municipal, desde hace años infiltrada hasta el tuétano por el retador cártel de “La Familia”, que se ha atrevido a colocar con desparpajo narcomantas amenazantes por los cuatro puntos cardinales de la capital sede de los poderes del Estado de México. ¿Dónde está el jefe de la policía, Roberto Valdés?
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Es muy curioso el cambio en la conducta pública del panista Gerardo Pliego, aventajado aspirante a la alcaldía de Toluca. Así, como por arte de magia, pasó de beligerante opositor a contemplativo y modoso observador. Hay quien explica su nuevo papel de moderado a un supuesto acuerdo político con Juan Rodolfo, quien de esa forma tendría control pleno de su sucesión, jugando en todas las bandas y con todos los bandos. ¿Será?
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Se veía venir. Ahora sí, parece que Antorcha Campesina ha quemado sus naves en el Estado de México para romper con el PRI y confrontar abiertamente al gobernador del Mazo. El polémico alcalde de Chimalhuacán, Jesús Tolentino, ha hecho la declaratoria de escisión. Con el se va su pareja, Maricela Serrano, alcaldesa de Ixtapaluca, el diputado federal Brasil Acosta y el diputado local, Telésforo García. Antorcha ha pactado una alianza electoral con el alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas, lo que significaría acarrear sus votos en 2021 hacia el PAN. Por lo que se ve, en el PRI andan mal y de malas.
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El alcalde toluqueño se regodea con el desplante autoritario de su gobierno de imponer el uso de cubrebocas en el municipio so pena de multa o encarcelamiento. Festivo, comparte en sus redes sociales, como si se tratara de un halago, que Forbes México -recientemente adquirida por el nada respetable empresario Raúl Beyruti, fundador de GINgroup- ensalzara su puntada. No solo eso, frívolo, hizo colocar cubrebocas a monumentos y estatuas, tomar fotografías y difundirlas a través de su área de comunicación social, como si el fascismo sanitario fuera algo lúdico. Alguien debería recordarle a Juan Rodolfo el caso de Giovanni López en Ixtlahuacán de los Membrillos, para que se de cuenta que no es un chiste lo que hace.
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Aquellos que preguntaban cuánto ha gastado el gobierno del estado en pertrechos para la pandemia, sepan que la cifra disponible hasta hoy es de mil 485 millones de pesos en cubrebocas, guantes, tapetes, termómetros, overoles, ventiladores, renta de camiones con caja refrigerante para resguardo de cadáveres, sanitización de edificios públicos y hasta despensas. ¡Uff!