Mérida, Yucatán. El control social que ejerce aquí el gobierno panista por la pandemia es muy de derechas: toque de queda de 10 de la noche a 5 de la mañana, ley seca y uso obligatorio del cubrebocas sin pena de multa o arresto. La blanca Mérida una especie de prisión sin muros y, aún así el ritmo de contagio no desciende. Quedarse un casa con 40 grados de sensación térmica y una humedad insoportable, ¡no es de Dios!
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Una y otra vez en la conversación de la sociedad política se repite casi como mantra la supuesta imputación que habría hecho “El Marro” en su declaración inicial el día que fue detenido en la que implica a un par de diputados federales mexiquenses, propietarios de gasolineras, en el negocio de venta de huachicol. En otra palabras, son revendedores de la gasolina robada a Pemex. ¡Gravísimo!
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En la universidad están pasando cosas que no han trascendido a lo público, pero que incidirán directamente en el proceso de sucesión en rectoría. Por lo que se dice y escucha, pronto habrá algunos movimientos que podrían dejar a más de uno anonadado. La UAEMex está en un proceso de cambio que podría llegar hasta la balcanización de la nomenklatura que, guste o no, le dio estabilidad por más de 45 años.
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El PRD como partido opositor de izquierda ha quedado reducido prácticamente a casi nada, es acaso un grupo marginal de personas aferradas a una marca que genera ingresos vía prerrogativas y la representación proporcional, pero pocos, muy pocos votos. Su estructura de dirigencia fue renovada este fin de semana y la información pasó casi por desapercibida, el interés general por lo que sucede en esa agrupación es casi nula. El deterioro de uno de los tres abajo firmantes del horroroso pacto por México está en proceso de extinción. El futuro aliado electoral del PRI parece que no entiende que la suma de dos desprestigiados no da por resultado ni un mediano prestigio. Seguiremos atestiguando cómo languidece.
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Cuando Juan Rodolfo pretendió ser alcalde por segunda ocasión falló estrepitosamente, recibió una vapuleada en la urnas de 2 a 1. Si MORENA no hubiera apoyado su tercer intento, lo más probable es que también hubiera fracasado. En otras palabras, la fuerza electoral de Juan Rodolfo sin MORENA se devalúa a menos de la mitad. Verlo en las siguientes elecciones, como candidato independiente o por otro partido a diputado –legalmente no puede buscar la reelección sin MORENA o PT– ,será anecdótico por sus posibilidades de triunfo que son muy limitadas. Fue un grave error de soberbia pelearse con Ricardo Moreno, quien le tendió la mano y le posibilitó que volviera a sentarse en la alcaldía. Moreno terminará por convertirse en su sepulturero político, seguramente. Sorpresas te da la vida.