Tulum, Quintana Roo.- Esta joya del caribe mexicano, como casi toda zona de playa, está llena de turistas extranjeros que optaron por fugarse aquí en tiempos de pandemia. Los servicios turísticos apenas se están reactivando y luchan con grandes esfuerzos por sobrevivir. Es temporada de ofertas, prácticamente todo está a mitad de precio o menos. Las medidas sanitarias se guardan, sana distancia, cubrebocas y una asepsia rigurosa en todo proceso de contacto humano. Mar turquesa y arena blanca limpios como nunca y bellos como siempre. México resistirá esto y mucho más, su resiliencia es inconmensurable.
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La renuncia de Ricardo Moreno a la Secretaría del Ayuntamiento de Toluca representa el rompimiento de MORENA con Juan Rodolfo quien se colocó motu proprio en las antípodas del lopezobradorismo y la 4T. El golpe duro es para el alcalde que perdió el rumbo cegado por el mundo sensual en el que habita y la corrupción galopante de sus subalternos. Juan Rodolfo debe cuidarse, no solo se ha quedado sin asidero político, ha puesto en riesgo su seguridad jurídica y echado por la borda un gobierno. Roberto Valdés, Francisco García Burgos y Marco Aguilar lo hundieron, le hicieron igual o más daño que su soberbia y su codicia.
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Las probabilidades de que Ricardo, el Moreno de MORENA, gane la alcaldía toluqueña en las votaciones de julio 2021 son muy altas, solo un error garrafal podría evitar que suceda a Juan Rodolfo. Ricardo es ahijado de Higinio Martínez –fue padrino de su boda–, no solo eso, es quizá el personaje más cercano a la confianza y afecto de Horacio Duarte y, por si fuera poco, fue el abogado defensor de la maestra Delfina. Ricardo tropezó aliándose con una de la figuras más representativas de la derecha, Juan Rodolfo, pero ha tomado una decisión a tiempo para enmendar la plana. Ahora los adversarios que tendrá que vencer son aquellos hombres de la izquierda que se le opondrán dentro de MORENA.
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Ecatepec no será divido, no existen las condiciones políticas, sociales ni económicas para ello. La iniciativa del senador Higinio Martínez y sus patrocinadores dormirá el sueño de justos, tendrá que ser archivada y quizá sea desempolvada por la siguiente legislatura. Ningún mérito tiene en ello el alcalde Fernando Vilchis que se hizo el indignado pero solo de dientes para afuera. No prosperará el intento simplemente porque desde el Palacio Nacional mandaron señales de que el país y estado no están para eso en estos momentos.
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Al que le llueve fuerte es al secretario de Justicia, Rodrigo Espeleta, a quien le abruman la cantidad de litigios que tiene activos el gobierno, alrededor de 5 mil, pero la cifra no es lo peor, sino los tristes resultados. El porcentaje de efectividad es bajísimo, casi de 8 perdidos por cada dos ganados. Terrible.