Continuidad con cambio, eso es lo que el PRI y sus aliados saldrán a ofrecer a los electores en 2023. La mayoría de los mexiquenses están insatisfechos con los resultados del gobierno desde hace décadas, lograr que cambien de opinión solo con palabras, será muy difícil. Sincerarse y decir que todo seguirá igual, si se les deja 6 años en el poder, sería suicidio.
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Era claro que quien alentaba a Ana Lilia Herrera era Alejandro “Alito” Moreno y el grupo detrás del él. La diputada hizo lo que tenía que hacer desde la perspectiva política para mantenerse en el juego. Es el “Plan B” del priismo duro, que apostaría al fallo de Alejandra.
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No hubo sorpresas. De los 5 senadores con historial mexiquense, solo Delfina Gómez e Higinio Martínez votaron a favor de la reforma acotada al INE. Eruviel Avila, Juan Zepeda y Josefina Vázquez Mota lo hicieron en contra, como se esperaba. Cada quien es lo que es.
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El peso político de Ricardo Monreal en el Estado de México es testimonial. Tiene amigos en la elite política local, pero entre el pueblo casi nadie lo conoce. Si se va de Morena a muy pocos mexiquenses les importa.
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Si algo padece el pueblo del Estado de México es la ausencia de justicia. El sistema judicial mexiquense tiene más recursos que nunca; más y mejores edificios, sus integrantes son los servidores públicos mejor pagados, pero sus resultados son igual de malos que siempre. La corrupción continua, la dilación y la impunidad. Otro año perdido.