Se dice que

El Consorcio Teya-IGSA cobra en la caja del gobierno del estado, año con año desde 2011 y seguirá haciéndolo hasta 2033, 299.5 millones de pesos.

Por las nuevas y bonitas patrullas que los toluqueños ven, en calidad de adorno, estacionadas por lotes de 15 o 20 unidades, en cualquiera de los jardines públicos de la ciudad, el gobierno municipal −patrocinado por Morena− aceptó pagar, sin queja, 17 millones de pesos mensuales. Por alguna razón, que nada tiene que ver con austeridad ni con el sentido común, el ayuntamiento entregó a la empresa CA Soluciones Financieras S.A. de C.V., de la familia Mena, un contrato −DGA/DRM/048/2019− por la renta de 400 vehículos policiales, hasta el 31 de diciembre de 2021, que costará al erario 477 millones 640 mil 713 pesos. Así de escrupuloso es el uso de los recursos públicos en el gobierno, aquel que prometía cambiar todo, además de acabar con los abusos y la corrupción.

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¡Vaya! Los que merecen un aplauso son los partidos políticos en el Estado de México por su civilizado y prudente comportamiento en el trance de la pandemia. Parece que tienen claro que estos no son momentos para la arena política, menos para la discordia y la mezquindad. Se han guardado con altura y dejan trabajar sin atosigamiento a las autoridades. No hubo necesidad de la alharaca de un acuerdo público, imperó el sentido elemental de causa mayor.

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Los que quedaron muy pero muy chiquitos, son muchos de los alcaldes, quizá la mayoría. Su déficit intelectual y deontológico es abrumador. No saben qué hacer ni qué decir, y cuando se les prende el foco, es para tomarse una foto y hacerse propaganda. Todo quieren que les resuelva el gobierno del estado o el de la república, por sí mismos, les falta iniciativa por no decir ideas.

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La batería de cambios en el gobierno del estado, movimientos que ya se tenían programados, tendrá que esperar por lo menos hasta después de julio. Aquellos que dejarían sus cargos para buscar una posición de representación popular deberán modificar sus agendas políticas. “Nadie se mueve”, ha sido la indicación, hay prioridades.

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El Consorcio Teya-IGSA cobra en la caja del gobierno del estado, año con año desde 2011 y seguirá haciéndolo hasta 2033, 299.5 millones de pesos por el “Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango”, que construyó bajo el modelo de PPS. El hospital más caro del mundo, que no tiene recursos ni para equiparse, adecuadamente, en la actual emergencia sanitaria. No es mal momento para revisar ese negocio, a costa del erario, que se entregó al constructor consentido del peñismo.