*¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?
*Todo se está pudriendo
*Los cobros al gobierno
*Canadá, ejemplo de bienestar
*Un nuevo sueño americano
Toronto, Canadá.- Un abrazo amoroso y solidario para Dennis, Edgar, Zoe y José, victimas, como millones de mexiquenses, de la inseguridad que sufre el pueblo del Estado de México. A Edgar le dieron un tiro en el brazo, otro balazo pegó del lado que iba Dennis, pero milagrosamente la bala quedo incrustada en la puerta. Tres hampones los siguieron desde que salieron del Bancomer para quitarles el dinero que habían retirado. Los balearon a una cuadra de las oficinas de AD. ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?
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La respuesta de las autoridades en este caso fue rápida. Los malandros abandonaron el vehículo en el que perpetraron el asalto en Lerma y huyeron en motocicletas presumiblemente hacia la Ciudad de México. Las probabilidades de que los atrapen, como lamentablemente sucede en la mayoría de los casos, es de una en mil. Todo se está pudriendo y parece que no se dan cuenta o se hacen.
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Pero la gente de ALFA no es la única a la que le robaron la tranquilidad. Al mismo tiempo de ese asalto, sucedían otros muchos en la ciudad y en el estado. No es la delincuencia organizada, son los criminales corrientes y comunes que están atacando a la población más desprotegida. Si todos esos millones de víctimas y sus familias se las cobraran al gobierno en la próximas elecciones, el PRI perdería por tunda.
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Y mientras México se desmorona, Canadá se consolida como punta de la civilización, el país que hace que los Estados Unidos con Trump se vea como territorio apache. Ha empezado a caer nieve y la temperatura promedio está permanentemente por debajo de los cero grados, pero aquí todo funciona, la gente está feliz. Este pedazo del mundo y su organización social, política, económica y administrativa, es un ejemplo de lo que los humanos pueden hacer bien.
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Con la cancelación de la Visa, la entrada a este país ahora es más fácil para los mexicanos. Una solicitud de ingreso en la computadora, que no tarda más de 10 minutos, pagar 7 dólares con tarjeta de crédito o débito y esperar unos segundos la aprobación o no vía correo electrónico. La entrevista con el agente de inmigración al ingreso, es la misma. La gente ya no quiere ir a Estados Unidos a probar suerte, ahora al sueño americano es aquí.
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Quisiera que México fuera como Canadá. Se puede.