Se manifiestan cardenales ante postura del Vaticano

  El día de ayer el Vaticano, a través de un comunicado, dio a conocer su nueva postura ante los divorciados que se vuelven a casar y la homosexualidad, manifestada durante el sínodo de obispos que se celebra en el Vaticano, suscitó duras críticas de sectores conservadores de la jerarquía de la Iglesia. El sector […]

 

El día de ayer el Vaticano, a través de un comunicado, dio a conocer su nueva postura ante los divorciados que se vuelven a casar y la homosexualidad, manifestada durante el sínodo de obispos que se celebra en el Vaticano, suscitó duras críticas de sectores conservadores de la jerarquía de la Iglesia.

El sector conservador de la Iglesia considera que el documento que resume los debates a puerta cerrada de 265 obispos de todo el mundo -titulado "Relatio post disceptationem" y que fue divulgado ayer-, no refleja las diferentes posiciones.

Frente a esto, dos importantes cardenales, el alemán Gerhard Mueller, prefecto para la Doctrina de la Fe, y el estadounidense Raymond Burke, de la prefectura para la Asignatura Apostólica, manifestaron a la prensa abiertamente su oposición a tales aperturas.

Los cardenales criticaron el método de trabajo del sínodo, que reúne a casi 300 obispos y cardenales de todo el mundo, que según ellos fue cambiado con el objetivo de manipular la información sobre los debates internos, ya que se divulga la intervención, pero no el nombre del autor.

Otros dos importantes cardenales, el italiano Camillo Ruini y el sudafricano Wilfrid Napier, tildaron de peligrosas las aperturas a los divorciados que se vuelven a casar y a los homosexuales.

El diálogo abierto y sin tapujos que el Papa Francisco abrió dentro de la Iglesia para hablar de los desafíos que representa la transformación que vive la familia moderna resulta complejo y tortuoso.

La admisión del valor y el amor que existe entre las parejas de hecho o que optan por la convivencia antes de casarse en la Iglesia, así como la apertura a los homosexuales manifestada en el documento de trabajo del sínodo, está resultando un verdadero terremoto pastoral.

Los debates siguen esta semana, tras lo cual la jerarquía de la Iglesia votará un documento final que será sometido para su discusión con sus bases en todo le mundo, antes del sínodo de octubre de 2015.