La bancada de Morena se unió a la tendencia nacional que busca eliminar todo acto de violencia disfrazado de educación familiar, escolar o religioso en contra de menores y presentó una iniciativa de ley para reformar el Código Civil y la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de México.
La propuesta fue presentada por la sub coordinadora de Morena y actual presidenta de la Directiva, Karina Labastida Sotelo, quien advirtió la necesidad de erradicar en la entidad los castigos y tratos denigrantes a menores de edad porque fomentan y normalizan la violencia.
Las medidas para educar a los hijos en muchos hogares, alertó, están cargadas de añejas costumbres que dañan la salud emocional de los menores, al causarles golpes, lesiones, quemaduras, hasta castigos denigrantes.
La Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México del 2015 muestra que al menos seis de cada 10 menores de uno a 14 años de edad han experimentado algún método violento de disciplina infantil en sus hogares; uno de cada 15 ha recibido jalones de orejas, bofetadas, manotazos o golpes fuertes y 63 por ciento han sufrido castigos psicológicos.
Por eso, la legisladora consideró necesario incluir este tema en la ley y prohibir expresamente todo este tipo de conductas en el hogar, el trabajo, las iglesias, penales, centros de salud, escuelas, áreas de recreación y todo espacio privado y público donde acuden los niños, niñas y adolescentes, quienes tienen derecho a una educación y tratos dignos.
En la iniciativa turnada a comisiones para su análisis y dictaminación, se señala que quienes tienen bajo su responsabilidad el cuidado, la enseñanza, la educación o la salud deben salvaguardar su integridad física y psicológica.
Detalla que los castigos corporales o físicos son las conductas donde se usa la fuerza física, golpes con la mano o algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos que les cause dolor o malestar.
Además, se plantea prohíbir los castigos humillantes, considerando los tratos ofensivos, denigrantes, desvalorizadores, estigmatizantes, ridiculizadores, de menosprecio o cualquier otro que afecte a las niñas, niños y adolescentes.
El Senado ya aprobó este tema que se había planteado desde hace un año. El objetivo es tratar de dejar atrás lo que por mucho tiempo se pensó eran correctivos y prácticamente un derecho de los padres, quienes llegaban a autorizar a los párrocos o maestros que sancionaran a sus hijos.