Sonia Díaz, la mujer que alimenta animales en situación de calle durante la pandemia

El pasado cinco de agosto, Sonia fue citada por el Centro de Control Canino y Felino de Metepec, por presuntamente incurrir en delitos contra del medio ambiente y la protección animal

Sonia Díaz, propietaria desde hace cuatro años de la cocina económica “La Amorosa”, se apresura a comenzar a cocinar. Es cerca del mediodía y la visita constante de reporteros ha demorado sus quehaceres, tararea una canción mientras alista los guisados, “no sabes como te deseo, no sabes como te he soñado”.

Un vecino entra a su negocio ubicado en la colonia San Mateo, en Metepec, “ya se le está subiendo la fama, Sonia”, le dice luego de enterarse que la alcaldesa Gabriela Gamboa la visitó personalmente. Un citatorio que le hizo el Ayuntamiento, y que según la ex panista se malentendió, fue la causa.

El pasado cinco de agosto, Sonia fue citada por el Centro de Control Canino y Felino de Metepec, por presuntamente incurrir en delitos contra del medio ambiente y la protección animal. Una de las vecinas de Sonia hizo público el oficio y se pronunció en contra de este, en redes sociales más usuarios condenaron la acción del Ayuntamiento.


De acuerdo con el Bando Municipal, dejar alimentos en áreas públicas a perros o gatos en estado de calle es considerado motivo de infracción.


De acuerdo con el Bando Municipal, dejar alimentos en áreas públicas a perros o gatos en estado de calle es considerado motivo de infracción. Sonia no lo sabía.

Para entender mejor: Alimenta a perros de calle en Metepec y autoridad la reprende

Sonia acostumbra dar de comer a tres perros de la colonia cuando termina de trabajar, “uno de los perros venía con un alambre y venía con el cuello sangrado, eso me hizo darle de comer, me traje unas pinzas y me dejó cortarle el alambre, lo vi tan mal que le tuve que dar de comer, pero luego trajo invitados”, rememora.

“Me dijo que esa ley estaba mal”, es lo que recuerda de la visita de la alcaldesa. Hace unos días no se imaginaba que su costumbre le traería problemas, “a veces les iba a dejar hasta la esquina para que no me vieran”.

Croquetas, huesos de pollo, tortillas o cualquier sobrante es parte del menú


Son al menos un par de vecinos quienes apoyan a Sonia para alimentar a los peludos: croquetas, huesos de pollo, tortillas o cualquier sobrante es parte del menú, incluso cuenta con unas cubetas especiales para depositar la comida y dar de beber a los tres perros, que por cierto no son callejeros.

De acuerdo con los mismos vecinos de la colonia San Mateo, los perros que alimenta Sonia suelen traer heridas causadas por los alambres con los que son amarrados; sin embargo, sus propietarios no han sido amonestados, ni citados, “nada más los dejan salir para que vengan a comer, los perritos tienen hogar”, afirma Sonia.

“Si usted los viera… el tristón, es una ternura”, comenta mientras se apresura con los guisos. A pesar de lo ajetreado de su día es apenas pasada la una de la tarde cuando se persigna con su primera venta: una torta de milanesa. Por supuesto que hoy también habrá algo caliente para sus amigos caninos.