Tiempos de definiciones

  Es normal tener en la presidencia de la República a un hombre que llega el quinto año de “gobierno” reprobado por el 73% de los mexicanos, por cuarto año consecutivo. Es normal, que el 90.6% de los ciudadanos mexiquenses se sientan inseguros  en el lugar donde “gobierna” Eruviel Ávila. Es normal que México sea […]

 

Es normal tener en la presidencia de la República a un hombre que llega el quinto año de “gobierno” reprobado por el 73% de los mexicanos, por cuarto año consecutivo. Es normal, que el 90.6% de los ciudadanos mexiquenses se sientan inseguros  en el lugar donde “gobierna” Eruviel Ávila.

Es normal que México sea el segundo país más desigual en América Latina y el único que no ha logrado combatir las desigualdades por tener gobiernos corruptos, desempleo a largo plazo y grandes disparidades entre los trabajadores. Es normal que el salario mínimo haya transitado en este sexenio, de la pobreza a la miseria, y que apenas haya aumentado un 9.58% para el 2017.

Es normal que México sea el país más corrupto entre los países de la OCDE . Y también es normal que el Estado de México sea la entidad primer lugar nacional en incidencia de actos de corrupción .

Es normal que el sexenio de Peña lleve a cuestas 68, 082 homicidios dolosos. Igualmente, es normal que la crisis de derechos humanos, impartición de justicia e inseguridad en el Estado de México, le otorguen el título del estado homicida, feminicida, inseguro y represor.

Es normal que el secretario de Desarrollo Social Luis Enrique Miranda en vez de comprobar las acciones del gobierno federal para combatir la pobreza y generar igualdad social, emita comentarios misóginos contra una diputada federal de Morena por cuestionarlo en su comparecencia, diciendo “yo no estudié psiquiatría para entenderla”. Y es normal que Eruviel Ávila desdeñe hechos nefastos en el Estado de México como los abusos de la policía estatal y ministerial contra la reportera Iris Velázquez del periódico Reforma, corroborando que aquí las mujeres tienen que defenderse solas.

Para el PRI y PAN, todo esto es absolutamente normal, su intransigencia los ciega, aplauden otro año de Peña porque le colaboran. Conspiran contra lo diferente, odian lo transparente, reniegan de la honestidad y satanizan la verdad. Hacen alianzas antinaturales, pactan, negocian, lucran. Roban de las arcas, compran con miserias, lucran con el hambre.  Y así han planeado su trampa que buscan preservar por los siglos de los siglos.

Esta descripción es el México de los últimos 4 años, cuyo gobierno no tiene ideología ni proyecto serio, el sexenio para joder a México. Vienen tiempos de grandes definiciones para los ciudadanos, la oportunidad de dar paso a proyectos de gobierno dignos: En 2018, a un proyecto de nación muy superior a la mafia del “Pacto por México”; y en 2017 para el Estado de México, alguien “inmensamente mejor que los Del Mazo y las Josefinas”.