Toluca cantó el acústico de Mon Laferte

El concierto acústico de la cantante, quien mostrara su torso desnudo para protestar por la represión en Chile, incluyó de boleros a reguetón.

Acústico: Mon Laferte en el escenario del Teatro Morelos, el atuendo es negro y largo, con brillos por encima de la cintura y mangas transparentes; acústico, guitarra y charango, requinto y una breve armónica…

Blues, bolero, cumbia, ranchera, un par de canciones que suenan a Sudamérica; una versión de “La vie en rose” y “El gavilán”, de Violeta Parra, folclorista chilena: un gustito, dice, “si me lo permiten”, agrega, y canta acompañada por la guitarra precisa de Sebastián.

Al público, que llenó un 80 por ciento del teatro, parecen gustarle las letras de amor/desamor, la mayoría son coreadas; también las que trascienden el tema, aunque con menos entusiasmo.

El acústico de la cantante, quien en la entrega de los Grammy mostró su torso desnudo con la leyenda “en Chile torturan, violan y matan” -en alusión a la reciente protesta social reprimida sucedida en su país- incluye un reguetón, bromas, risas y una pastilla, explica, contra la alergia; entre las canciones un par de secretos, entre ellos el anuncio de que prepara un podcast.

Menciona que también alista un nuevo disco, para complacencia de sus seguidores, quienes gritan y aplauden; siempre sentada, una vez hincada, se quita los zapatos y canta, ya para el final, sin más compañía que su guitarra.

Se percibe cómoda y natural, sencilla, se divierte con el coro del público que no alcanza las notas; para cerrar, Mon Laferte asume un encore que se extiende a tres piezas, hasta cerrar con “Tormento” a capela.