La gente de Toluca es llamada fría, “villamelona”. Algo de cierto hay. El graderío del Estadio Nemesio Diez no llegaba al 50% de aforo. Complicado encuentro. Toluca perdió en la ida en una semana que ha sido difícil. Las acusaciones de “complot” en contra de Cristante crearon un ambiente tenso, La Banda del Rojo y la Perra Brava pusieron presión “No pudieron con José, no pudieron con Hernán. Los colores se respetan, con esta gente no van a jugar”.
Toluca llegó primero. Jugada de gol. Simulacro de gol. No son tan difíciles cuatro goles. Kansas tiene otros planes. Gol de los visitantes. La gente presiona de nuevo. Para la afición, quien no juega con “huevos” es un mercenario. Por momentos se escapa un “Vamos Toluca” se le quiere al club, no hay duda.
Conforme avanzó el partido llegó más gente. La directiva no bajó un solo peso el precio del boleto y aún así la entrada no fue tan mala. Una familia de cuatro personas puede gastar 800 pesos solo en entradas, las más baratas. ¿Qué mueve a un padre o a una madre a llevar a sus hijos que tienen clases al día siguiente a un espectáculo tan cruel como este?
En el segundo tiempo Talavera defendió la portería de la Tribuna Diablos, de la popular. Abucheo generalizado, algunos aplaudieron por los viejos tiempos. Toluca falló y falló y falló. La gente mostró su descontento coreando el “ole” “ole” cada vez que la tocaba Kansas City.
Los únicos que disfrutaron el partido fueron los niños. Su pensamiento es binario, ganar o perder, no saben de “camas tendidas” de “falta de huevos” de “mercenarios”. Toluca se cansó de fallar, se cansó de no llegar, se cansó pero no tanto como su afición quien abucheó al final. “Jugadores, la puta de su madre, también los dirigentes, Toluca no se vende”. El repertorio fue amplio. La gente castigó a Talavera con el grito prohibido a los porteros. Aplausos para el rival.
En las inmediaciones de La Bombonera, el ambiente fue festivo, cervezas, música, alegría. La afición fue clara: ustedes no nos representan.
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