Alito es bribón, pero no tonto. Ataca a Alfredo del Mazo no por el resultado electoral en el Estado de México, sino porque es el único que podría disputarle con éxito la dirigencia nacional. Del Mazo tiene capital político y recursos suficientes para llevar adelante un proyecto que dignifique al PRI como una oposición con ideales e ideas y lo encamine a su refundación.
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A Alejandro Moreno lo único que le mueve es su seguridad jurídica y económica. Quiere evitar la cárcel y preservar el patrimonio mal habido, para eso necesita dirigir a un partido político y usarlo como ficha de negociación. No tiene posibilidad alguna de ganar elección alguna, pero intentará ser candidato presidencial o senador, por eso Del Mazo le estorba y quisiera deshacerse de él.
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Los 700 mil votos que aportó el PAN a la candidatura de Alejandra del Moral fueron muy pocos e insuficientes. Qué decir de los 183 mil del PRD, una bicoca. Peor todavía los miserables 119 mil del “Pan Alito”. Por su puesto que le fallaron los socios al PRI, ni un millón juntaron entre los tres, a pesar de que les inyectaron carretadas de dinero.
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Enrique Vargas, Fernando Flores y Angélica Moya lograron el mejor desempeño panista, la tercia venció en sus territorios. Vargas consolidó el liderazgo construido a lo largo de casi década y media. Moya reavivó al panismo naucalpense y Flores se presenta como uno de sus mejores nuevos cuadros. Apunten a los tres para continuar en la representación popular.
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Tony “Despensas” Rodríguez y Raymundo “Desastres” Martínez se confirmaron como lo que son, dos políticos anclados en las peores prácticas del pasado. Cartuchos quemados que se creen millenials de la política. Se les fue el tren a ambos y no se han dado cuenta. Representan a lo peor de la clase política en decadencia.