Con carta de mala conducta y sin constancia de mayoría

Con carta de mala conducta y sin constancia de mayoría
Si bien la historia consignará la primera vez que la entidad será gobernada por una mujer, también quedará registro de que fue la más cobardemente atacada en redes sociales y en medios de comunicación abiertamente de derecha.

Una de las frases que más será recordada de la reciente contienda electoral, será la dicha por la candidata de la coalición del PRI-PAN-PRD y Nueva Alianza, arengando a sus cercanos para que “hagan lo que saben hacer, para bien o para mal…».

La misma, se puede decir, marcó de alguna manera el derrotero de la elección. Igualmente memorable será su alusión a la sororidad y su poca congruencia hacia la misma al, por ejemplo, sonreír mientras un hombre insultaba a su contrincante durante una entrevista.
Y conviene recordar el significado de la palabra Sororidad:

«Solidaridad entre mujeres, especialmente ante situaciones de discriminación sexual y actitudes y comportamientos machistas»,

Porque también las seguidoras cercanas a la candidata, como la diputada federal con licencia Melissa Vargas, con sus violentos mensajes, buscó demeritar la imagen pública de Delfina Gómez, como lo determinó el Tribunal Estatal Electoral. Es importante mencionar que al ser catalogada como violentadora, podría quedar impedida para ocupar un cargo de elección popular o desempeñar una función en el gobierno, entre otras consecuencias.

Si bien la historia consignará la primera vez que la entidad será gobernada por una mujer, también quedará registro de que fue la más cobardemente atacada en redes sociales y en medios de comunicación abiertamente de derecha.

Se puede concluir que sus contrarios se quedaron con carta de mala conducta y sin constancia de mayoría.

Nota al margen: Ante los ataques oportunistas en contra del actual gobernador mexiquense, culpándolo de la derrota, tuvo que salir personalmente a dar su versión. Lo que llama la atención es la falta de las voces defensoras de los que hace pocos días se autocalificaban como «Del Mazistas», callaron como momias ante el linchamiento, eso demuestra su valía.