Vargas Llosa habla sólo de su novela «Tiempos recios» en la FIL Guadalajara

El premio Nobel evitó abordar el tema respecto a las declaraciones sobre México hechas recientemente

Tiempos recios (Alfaguara, 2019) es la última novela de Mario Vargas Llosa, una reivindicación del gobierno guatemalteco democrático del Coronel Jacobo Árbenz, que fue escrita fiel a la historia en lo fundamental, explicó el autor, ganador del premio Nobel de literatura 2010 en una conferencia de prensa en la que las preguntas acerca del contexto social y político actual fueron dejadas de lado. 

En la conferencia, llevada a cabo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el autor peruano respondió sólo a los cuestionamientos relacionadas con la novela, dijo que cuando trabaja una texto de esta índole no busca la verdad sino crear una historia seductora y atractiva para los lectores.

Recientemente, el Nobel de literatura declaró que veía mal a México: “México comenzaba a salir de esa ‘dictadura perfecta’, que al final no era tan perfecta, era bastante imperfecta para las mexicanas y mexicanos, y me temo muchísimo que el populismo que parece realmente la ideología del actual presidente de México nos conduzca otra vez a la ‘dictadura perfecta’”.

En respuesta, aunque sin mencionar el nombre del autor, Beatriz Gutiérrez Müller escribió en su cuenta de Fabebook: “Veo mal a ciertos escritores que han ganado el Premio Nobel, y lamento decirlo porque quiero mucho a los escritores. Me temo muchísimo que el fanatismo y el dogmatismo, que parece la ideología de algunos, nos conduzca otra vez al panfletario perfecto.

Luego, en entrevista con Carlos Loret de Mola, desde la FIL de Guadalajara, Vargas Llosa agradeció “que haya sido tan severa en sus críticas hacia mí” y rechazó ser “un planfetario”, pero en la entrevista también dijo: «México debe defender la línea democrática, no retroceder a formas populistas”.

Sin salir del tema de la novela, Vargas Llosa añadió que para escribir hechos históricos se debe ser cuidadoso y no crear incredulidad en el lector; los hechos básicos de la historia no se pueden transformar, una novela, dijo, enriquece la visión histórica de los lectores: es vedad que gracias a ella hay una ficción histórica que llega al público: aunque tenga mucho de invención, explicó, expresa una realidad histórica.

La novela aborda la conspiración organizada en 1954 por la CIA para derrocar el gobierno de Jacobo Árbenz, en Guatemala; en el texto se desmiente la fantasía, construida también por periodistas -dijo-, de que Árbenz pretendía establecer un gobierno comunista; se aborda la fabricación de un ejército liberacionista a las órdenes de Carlos Castillo Armas apoyado por Rafael Leónidas Trujillo, personaje de otra novela de Vargas Llosa: La fiesta del Chivo