Parece ser que el apoyo brindado por Vicente Fox a las dos más recientes candidaturas presidenciales priistas ha sido bien recompensado. Según datos del Portal de Obligaciones y Transparencia, el gobierno de Peña Nieto entregó al centro Fox más de 34 millones de pesos en adjudicación directa a cambio de impartir cursos para desarrollar el liderazgo y la inteligencia emocional en los miembros de su gabinete.
En una investigación de Vice, se señala que los cursos contaron con la presencia de expertos de renombre, entre otros, Tony Buzan, inventor de los mapas mentales y diseñador del programa; Raymond Keene, ajedrecista; Deepak Chopra, experto en medicina moderna, mente y cuerpo y, por supuesto, Vicente Fox, paladín de la libertad en Sudamérica, youtuber y expresidente.
A través del Programa MIQ Líderes, enfocado a desarrollar las inteligencias múltiples, el centro Fox capacitó a funcionarios de distintas instancias gubernamentales como Banobras, dirigida en ese entonces por el actual gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo; la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuyo titular era el excandidato a la presidencia José Antonio Meade; la Secretaría de Economía y la Comisión Nacional del Agua.
El polémico exsecretario de comunicaciones y transportes, Gerardo Ruiz Esparza, autorizó el pago de cuatro cursos al centro Fox, con duración de un día, cuyo monto asciende a casi 200 mil pesos cada uno: “El arte de la ciencia y la ciencia del arte”, con un costo de190 mil 125 pesos; “El líder en el nuevo Renacimiento”, 190 mil 125 pesos; “Seguimiento de proyecto”,190 mil 125 pesos y “Meta-herramientas y aplicaciones”, por un monto de190 mil 125 pesos.
El liderazgo de Fox
Como también se señala en Vice, el politólogo Enrique Toussaint explica que, el expresidente tuvo un momento muy importante al romper con el priismo y se convirtió en un personaje polémico, pero no en un líder.
Vicente Fox parece cambiar su ideología y lealtad partidaria de acuerdo a sus intereses. Recordemos que al ganar la elección presidencial del año 2000 prometió “sacar a patadas al PRI de Los Pinos”, en las elecciones del año 2006 llamó a Josefina Vázquez Mota, la candidata de su partido “mi presidenta” y meses después expresaría su apoyo a EPN. En las elecciones de 2018, ya fuera del partido, expresó su respaldo a Meade, el candidato tricolor.
Haciendo un balance, parece que ahora Fox se convirtió en aquello que juró destruir. En lo único que mantiene congruencia es en su desaprobación hacia el ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador, con quien ha tenido fuertes roces desde el año 2005 cuando promovió su desafuero.
Sin embargo, dados los antecedentes, no descartemos que el día de mañana lo llame “mi presidente”. Suena imposible, pero recordemos que estamos hablando de Vicente Fox.