Temascalcingo, Méx.- Cada jueves de Corpus Christi los habitantes de este municipio envejecen e imploran a Dios buenas lluvias que les permitan obtener buenas cosechas.
Desde hace poco más de un siglo, los llamados Viejos de Corpus atienden el llamado del tambor y el violín, y se reúnen en la cabecera municipal provenientes de las más de 90 comunidades del municipio.
El pasado jueves 26 de mayo, Día de Corpus Christi, Viejos de Temascalcingo, cargando pesadas máscaras elaboradas con maguey, bailando y gritando imploraron a su santo patrono El Señor de la Coronación, que llueva y de esta manera sus cosechas sean buenas.
Mauro Contreras, un proveniente de la comunidad La Magdalena Cruz Blanca, dijo que “para mí es una tradición y un orgullo. Es una manda para pedirle a nuestro patrono que llueva y el agua moje la tierra, para que podamos sembrar”.
Desde las primeras horas, los cientos de “viejos” inician el recorrido desde sus comunidades hasta la parroquia de Temascalcingo, para así cumplir con su manda y obtener como recompensa buenas lluvias y buenas cosechas.
La preparación para el jueves de Corpus Christi inicia meses atrás, Mauro Contreras, explicó que tan sólo la elaboración de una máscara se lleva casi tres meses; la mayoría de ellas son elaboradas por su padre.
Los habitantes de Temascalcingo, relataron que esta celebración inició cuando hace más de un siglo dejó de llover y ello propició que los ancianos de aquella época se reunieran y acordaran venir a bailar al santo patrono para que lloviera.
En un inicio los participantes usaban ropa vieja, lo que provocaba que los habitantes de la cabecera municipal se burlaran de ellos, fue así que ante la falta de dinero comenzaron a elaborar las máscaras con el maguey y de esta forma cumplieron su manda.
Además del baile cada comunidad debe llevar una imagen religiosa y para hacer menos pesado el camino llevan consigo una bebida que llaman charapa, que no es otra cosa que pulque con cebada y piloncillo.
Cada contingente de Viejos de Corpus, viene “El Viejo” y “La Viejota”, seguidos por los viejos segundos y terceros, quienes llevan un torito, que es el guía y quien los controla.
La gente de la cabecera municipal también participa; al final de la procesión cada grupo de Viejitos baila en las tiendas y la gente les da dinero, fruta o diversos productos.
Al terminar con su petición, regresan a sus comunidades donde la fiesta continúa.
A decir de los habitantes de Temascalcingo, esta celebración es “una de las más bellas tradiciones que se tiene en la entidad mexiquense y en el país”.