Toluca, México. 26 de mayo de 2019. Entre porras y abucheos, habitantes de Jilotepec recibieron a Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, y al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza.
Poco antes de las cuatro y media de la tarde, los dos mandatarios llegaron al campo de futbol del estadio "Rubén Chávez Chávez". La gente, que los esperaba desde temprano, aguardaba el paso de López Obrador y de Del Mazo para entregarles oficios, peticiones; para poder agendar una cita en la cual exponerles las carencias de sus comunidades o, simplemente, para tomarse una foto con los gobernantes.
Los pobladores de Jilotepec recibieron con buen ánimo a López Obrador. Le entregaban sus peticiones, solicitaban audiencias y vitoreaban sus pasos mientras se abría paso hacia la ceremonia de entregas de Programa de Bienestar. El gobernador del Estado de México, en contraste, pasaba con relativa facilidad entre la gente que no perdía la oportunidad de decirle que ya se pusiera a trabajar.
Juntos comenzaron a caminar por el sendero que las vallas marcaban, mientras la gente se amontonaba en torno de las barras de contención. "Es un honor estar con López Obrador, es un honor estar con Obrador", repetían conforme se acercaba el tabasqueño. "Ponte a trabajar, Del Mazo", también decía la multitud. En un momento, los gritos para uno y otro se confundieron.
La ceremonia de entregas del Programa de Bienestar comenzó, oficialmente, con un discurso del gobernador mexiquense que se opacaba conforme los gritos de protesta de los asistentes tomaban fuerza. La voz de Del Mazo solo pudo escucharse cuando la multitud guardó silencio al oír el nombre del presidente López Obrador quien agradeció la calidez del recibimiento en Jilotepec.
En su intervención, Andrés Manuel López Obrador dijo que una de las prioridades de su gobierno es darle la mano al que lo necesita. Por eso becará a estudiantes de primaria, secundaria, prepa y también a los universitarios. "Nunca más se va a abandonar a los jóvenes".
Para lograr ese propósito "contamos con el apoyo de Del Mazo". Antes de terminar esa frase, de nuevo empezaron las rechiflas que, de manera hábil, López Obrador acalló: "Vamos a unirnos porque la patria es primero".