Viven 2.8 millones de niños del Edoméx en pobreza

En el Estado de México 2.8 millones de niños, niñas y adolescentes son pobres; carecen de acceso a la alimentación, educación, servicios de salud, seguridad social o vivienda; revela el estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). “Pobreza y Derechos Sociales de niñas, niños y adolescentes 2010-2012” es un […]

En el Estado de México 2.8 millones de niños, niñas y adolescentes son pobres; carecen de acceso a la alimentación, educación, servicios de salud, seguridad social o vivienda; revela el estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

“Pobreza y Derechos Sociales de niñas, niños y adolescentes 2010-2012” es un análisis sobre la situación de los menores en el país, que advierte que la pobreza infantil es un fenómeno complejo que aumenta la posibilidad de contar con adultos vulnerables, además de ser una situación que se puede heredar durante generaciones.

De acuerdo con el estudio, la entidad con mayor número de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza en 2012 fue el Estado de México (alrededor de 2.8 millones ), seguido por Chiapas (1.65 millones), Puebla (1.6 millones) y Veracruz (1.5 millones), de manera que estos cuatro estados concentraban a más de un tercio del total de la población en situación de pobreza en ese rango de edad.

A nivel nacional se reporta que el 53.8 por ciento de la población de 0 a 17 años se encontraba en situación de pobreza, es decir que 21.2 millones presentaban carencias en el ejercicio de al menos uno de sus derechos sociales y vivían en hogares sin acceso a los recursos monetarios suficientes para adquirir los bienes y servicios requeridos por todos sus integrantes.

A su vez, 12.1 por ciento de las niñas, niños y adolescentes se encontraba en situación de pobreza extrema ese año, lo que implica que 4.7 millones de ellos presentaban carencias en el ejercicio de tres o más de sus derechos sociales y formaban parte de hogares con un ingreso insuficiente para satisfacer sus necesidades alimentarias.

El estudio resalta que es necesario impulsar la generación de información sobre los grupos en mayor vulnerabilidad, así como instrumentos estadísticos que permita seguir en el tiempo la situación de la población infantil y adolescente, a fin de comprender que condiciones están asociadas a una mejoría en sus condiciones de vida, así como las políticas y programas que contribuyen de manera efectiva para mejorar su situación.