Woyseck, teatro que motiva la reacción del espectador

Toluca, Estado de México; 20 de septiembre de 2019. La diferencias entre el teatro que se hace en Canadá y México dependen del tipo. En este país del norte el teatro independiente es más arriesgado y se caracteriza por el uso de la tecnología: exceso de luces y proyecciones, estos montajes podrían ser el equivalente al teatro universitario de […]

Toluca, Estado de México; 20 de septiembre de 2019. La diferencias entre el teatro que se hace en Canadá y México dependen del tipo. En este país del norte el teatro independiente es más arriesgado y se caracteriza por el uso de la tecnología: exceso de luces y proyecciones, estos montajes podrían ser el equivalente al teatro universitario de Toluca, explicó para AD Christian Milton Albarrán Bernal, director de “Woyzeck, un corazón envenenado”, en temporada en el Teatro Universitario de los Jaguares.

“Woyzeck, un corazón envenenado”, en temporada en el Teatro Universitario de los Jaguares.

Al respecto del trabajo teatral en Toluca, el director mencionó que aunque en esta ciudad no se apliquen aún estos recursos tecnológicos es posible que se vayan creando, tal como se intenta en esta puesta en escena, resultado de “una hibridación de dos versiones: una alemana, imperial y revolucionaria y otra actual, republicana y pos-dramática” proveniente de un proyecto de investigación respecto a la liminalidad y la hibridación. 

Colores intensos que buscan crear efectos en el espectador, asociación de estos con los estados de ánimo de los personajes, uso de vestuario sencillo y una escenografía minimalista –que adquiere significado a través de cada personaje– son algunos de los recursos que el director, dijo, utilizó en este montaje en el que, consideró, intentó trabajar contra una línea específica teatral que se realiza en Toluca en la cual se recargan colores, escenografías, maquillaje y vestuario.

[jprel]

La apuesta del director es romper con el realismo, lograr algo que no se comprenda “racionalmente” con el fin de generar una reacción en el público a quien, dijo, en ocasiones se le subestima, Albarrán permite que -desde su perspectiva y contexto- el público tenga su propia reacción.

“Woyzeck, un corazón envenenado”, en temporada en el Teatro Universitario de los Jaguares.

El texto del montaje es una fusión entre Woyzeck, el drama más famoso del alemán, nacido en 1813, Karl Georg Büchner, con una versión del mismo, denominada Un corazón envenenado de Fernando Leal Galaviz, dramaturgo originario de Guadalajara que desempeña su trabajo profesional en la Universidad Autónoma del Estado de México; la puesta en escena tiene la intención generar preguntas respecto a si es posible cruzar el umbral del estadio liminal, “¿quién eres? ¿Dónde eres? ¿Cómo eres cuando eres lo que crees que eres?”

Christian Albarrán es egresado de la licenciatura en Arte Dramático de la Universidad Autónoma del Estado de México, quien realizó en el Universidad de York, en Toronto, Canadá, una maestría cuya investigación le llevó a la realización de este montaje que estará en temporada hasta el 27 de octubre. 

La experiencia de vida del director en Canadá y en México fue lo que le llevó a desarrollar este tema desde el punto de vista antropológico, semiótico, artístico, como un espacio entre el sí y el no. 

 “Woyzeck, un corazón envenenado”, en temporada en el Teatro Universitario de los Jaguares.

El director teatral trabajará este año con dos proyectos Dirección gritadero, cuyo planteamiento es el de tres mujeres en el escenario hablando de lo que es ser mujer y su prohibición de gritar en la sociedad y Orestes, una tragedia clásica cuya idea es incluir nueva tecnología hasta donde el presupuesto y la infraestructura teatral se lo permitan.

 

El reparto de Woyseck está integrado por Erik González, Lorena Lázaro y Sandra Macedo.

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