Heredero de las enseñanzas de don Antonio García de León, el gran formador de musicólogos, antropólogos sociales, lingüistas, historiadores y economistas, una de las máximas voces autorizadas del son jarocho, esa música popular veracruzana con raíces imborrables, el jaranero Zenón Zeferino cree que esta música venida de la entraña de zona huasteca y que transita por las entidades de San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz, principalmente, es una de las músicas más representativas de México en el mundo, por su nivel de calidad musical e improvisación poética.
Para los que no tienen idea de ¿quién es?, ¿qué hace?, ¿cuál es su mayor aportación? Zenén Zeferino es uno de los mejores músicos vanguardistas del son jarocho, como uno de los mejores jaraneros de México, al grado de no sólo ser uno de los principales promotores del país, sino también en Estados Unidos, en específico Nueva York, donde su talento es muy valorado; pero el maestro decidió volver tras a su tierra, tras tres años de estancia en la Gran Manzana, para seguir alimentándose de las novedades con calidad, para respirar y vivir su tierra para inspirarse como debe.
Entrevistado con motivo de su visita de fin de semana en el altiplano mexiquense, donde ofreció un taller didáctico pedagógico sobre la jarana y su intrínseca relación con el son en todas sus manifestaciones populares nacionales, así como un fandango, la fiesta del son, la velada del viernes 13 de septiembre, Zenén Zeferino Huervo se dijo complacido de ser invitado por un colectivo de jóvenes amantes del son y de la jarana de Toluca, para impartir talleres y ofrecer conciertos a precios accesibles, además de aprender los secretos y técnicas del ritmo, muy aceptado allende las fronteras del país.
Nacido en una familia de versadores y cantadores soneros, nuestro personaje sustenta su talento poético y musical en ser uno de los principales promotores culturales de México de esta música y del fandango en Nueva York, ciudad crisol del mundo, donde este personaje se siente y lo hacen sentir como en su casa. Allá, en la Unión Americana, su arte ha sido muy bien valorado y él ha aprovechado muy bien su talento a beneficio de los migrantes interesados en aprender, mantener y promover las raíces sonoras mexicanas, en específico, el son jarocho.
Zenén Zeferino es considerado entre la discreta crítica especializada, uno de los mejores versadores mexicanos, con un nivel de improvisación poco visto en el mundo del son, así como una sensibilidad y humildad poco practicadas para alguien tan respetado. Por ese nivel de improvisación que tiene, como el nivel de composición poética musical sonera y una voz privilegiada para este género musical, es uno de los mejores “repentistas” del son, agregándole al ritmo, innovación, frescura y vanguardia.
Al preguntarle ex professo ¿qué le hace falta a un ente creativo como él para vivir bien en este país? Nuestro entrevistado ríe de manera abierta, como si se tratase de una broma improvisada de mal gusto, pero de pronto se pone serio y expresó: “Para estar bien en este país como músico, como ente cultural y en general, para vivir dignamente como humano, había que pasar por esta transformación política, la vivida recientemente, pero debemos comprender que estamos apenas en una revisión histórica y que le hace falta atender, primero al presidente, los temas económicos y después revisar los temas culturales. Sólo de esa manera podrán ayudarnos las autoridades federales recientes, porque entonces, podremos cobrar bien lo que vale nuestro trabajo y todos viviríamos de manera digna con lo que sabemos hacer”.
Para don Zenén Zeferino, las autoridades de todos los niveles de gobierno, los han negado, los han despreciado a los músicos tradicionales, por considerarlos ornamentos, músicos de ocasión, de fechas tradicionales, como las septembrinas. Los organizadores de conciertos masivos, privados y de gobierno, los tachan de artistas de mediano perfil, y que por ello, no deben cobrar, deben hacerlo gratis, pero eso no es así, y se debe dignificar el trabajo de todos.
“Para que eso ocurra en México, primero hay que vivir este largo proceso de la nueva administración pública y luego planificar hacia dónde vamos. Actualmente, la música del mariachi lleva la delantera comercial; luego, la música de banda y después los otros ritmos, entre ellos el son y el fandango, pero la nuestra no sólo entretiene, dignifica y propone, sino también se actualiza, se impone a la vanguardia de los tiempos y está muy viva, a la altura de quien sea en el mundo”, concluyó.
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