Toluca, México; 13 de mayo de 2019. A 47 años de haber sido construida, la Terminal de Autobuses de Toluca ya no es suficiente para atender la demanda de movilidad de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca. A esta falta hay que añadir la inseguridad, el ambulantaje, los congestionamientos viales y la pérdida de tiempo de quienes transitan por ese sitio.
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La central camionera de la capital mexiquense mide, aproximadamente, 4.5 hectáreas y alberga 11 carriles, 12 andenes, 80 espacios de aparcamiento de autobuses, 18 taquillas y espacios para locales comerciales.
Día con día llegan y salen 10 mil 066 viajes que ocasionan embotellamientos severos, tiempos de recorridos prolongados y alta contaminación atmosférica.
Debido a que la zona de la terminal también es un sitio de comercio tanto formal como informal, no hay un uso ordenado del suelo, lo que deteriora el entorno; además, se genera una cantidad excesiva de basura que es tirada en la vía pública.
Sin embargo, más que contar con nuevas terminales, lo que se requiere es contruir e implementar de manera adecuada centros de transferencias modales, consideró Odilón López Nava, delegado de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo, en el Estado de México, Canapat.
Se trata de espacios donde confluyen diversos tipos y organizaciones de transporte público, cuyo objetivo es facilitar la movilidad, en puntos clave como la vialidad Alfredo del Mazo o la López Portillo, mencionó como ejemplo.
De acuedo al representante de Canapat, estos centros contribuirían a la optimización del transporte y la movilidad de los 50 mil usuarios diario que recibe la Terminal de Toluca.
Mientras las autoridades se deciden por alguna de las dos alternativas, los toluqueños opinan que sí es necesaria una nueva terminal en la zona, sobre todo para aminorar la inseguridad y el ambulantaje en los alrededores de esta central camionera.