Aumenta la devoción a San Judas Tadeo

Toluca, México; 28 de octubre de 2019. Salud, trabajo, la aparición de un ser querido, protección, para ellos mismos o para los que aman. Estas fueron algunas de las peticiones que los devotos a San Judas Tadeo llevaron a la celebración en honor del santo patrono de las cosas imposibles. Desde antes del mediodía, los feligreses […]

Toluca, México; 28 de octubre de 2019. Salud, trabajo, la aparición de un ser querido, protección, para ellos mismos o para los que aman. Estas fueron algunas de las peticiones que los devotos a San Judas Tadeo llevaron a la celebración en honor del santo patrono de las cosas imposibles. Desde antes del mediodía, los feligreses empezaron a llegar a la acción de gracias que se realizó en el templo de la Santa Veracruz.

El atrio de la iglesia estaba lleno de las personas que le tienen fe al santo, quien fuera uno de los 12 apóstoles de Jesús. Junto con Simón predicó en Mesopotamia y Persia, donde ambos fueron martirizados. La tradición católica cuenta que a Simón lo aserraron, mientras que a Judas Tadeo le cortaron la cabeza. Como siempre andaban juntos, la iglesia los festeja el mismo día: 28 de octubre. 

"Es el primer año que vengo, pero sí sé que es muy milagroso", afirma una devota afuera de la Santa Veracruz / Foto: Victor Castillo 

“¿Y usted por qué viene a celebrar a San Judas?” pregunto AD Noticias a uno de los asistentes: “Pues nosotros empezamos a venir después de que encontramos el cuerpo de un familiar que había desaparecido. Al principio le pedimos que nos ayudara a encontrarlo con vida, después ya solo queríamos su cuerpo", cuenta el vecino del Seminario,  que acudió a la misa con 16 integrantes de su familia, “y al final sí lo encontramos. Le digo que es bien milagroso”. 

El atrio de la Santa Veracruz está repleto de personas que acuden a pedirle un favor a “San Juditas”, o nada más a agradecer, como una señora del barrio tradicional de San Luis Obispo: “yo me puse bien mala y andaba en el hospital y me llevaron a San Juditas, bueno, una estampita chiquita y yo le rezaba y le pedía que me curara, y me salvé”. Pero ella no ha sido la única por la que el patrono de las cosas imposibles ha intercedido. 

Desde hace cuatro años, uno de sus nietos que vive en Santa Bárbara también acude cada 28 de octubre a la misa que se celebra en la Santa Veracruz: “a mí me salvó de morir en un accidente, y también a uno de mis primos”. “¡Cuéntales tú el milagro que te hizo San Juditas!”, dice el joven a su padre, pero el señor prefiere mantener en silencio el prodigio. 

San Judas de vuelta al barrio de Santa Bárbara / Foto: Victor Castillo 

Este año aproximadamente mil personas fueron a la celebración, dice Juan Manuel Bucio Sánchez, rector del templo de la Santa Veracruz, quien también nos cuenta que esta devoción a San Judas se despertó en los años setenta y que “cada vez crece más y más”.

Pero los devotos seguirán llegando conforme avance el día, entre cinco y 10 mil personas visitarán dicho espacio religioso para agradecerle a “San Juditas”. 

“A decir de las personas es un santo muy milagroso”, continúa el párroco: “el cariño, la devoción que tiene la gente a este santo es porque al pedirle su intercesión, algún favor, alguna gracias, pues mucha gente la recibe”. Por eso la fe se va transmitiendo, por eso llegan familias enteras a la celebración. Señoras, niños, muchachas, viejos. 

Con el panorama actual, las esperanzas tienen que fundarse en algún lado y la fe es uno de esos sitios donde la gente se siente confiada. Tal vez por eso, cada año se ve que llega más gente, expresa una de las señoras que vende rosarios de cuentas verdes, amarillas y blancas, tan distintivas de San Judas. 

Al término de la celebración, los asistentes se comparten la comida, “el pan es amor entre extraños”, dicen. Una vez que se tomaron fuerza para retornar a sus colonias, hay que tomar las monumentales figuras de San Judas para devolverlas a sus sitios de origen: El Seminario, La Retama, Santa Bárbara son algunos de los barrios que más figuran. 

Para rematar, una pequeña pero animosa procesión avanza por la calle Riva Palacios. Mariachi, una comparsa de chinelos y el de logística dirigiendo la ruta de los feligreses acompañan los pasos de quienes tienen fe en que las causas imposibles se solucionan con un poco de intervención divina.