De acuerdo con el último censo del Inegi, 6 fraccionamientos en Toluca concentran 11 mil 349 viviendas deshabitadas que en algunos de estos casos representan más del 60 por ciento del total de las casas que hay en la zona
Los conjuntos habitacionales con más abandono son Galaxias Toluca, donde mil 827 de las 2 mil 451 casas se encuentran deshabitadas, es decir el 74 por ciento, Real de San Pablo con mil 824 (71 por ciento).
Otros fraccionamientos con grados de abandono importantes son el Fraccionamiento San Diego, Sauces, Paseo San Martín y La Crespa, todos ellos al Norte del Municipio.
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En municipios aledaños como en La Loma en Zinacantepec, Hacienda Las Trojes en Temoaya y Colinas del Sol en Almoloya de Juárez esta problemática se replica.
La mayoría de estos conjuntos habitacionales datan de los sexenios panistas y son el resultado de una fallida estrategia de vivienda social. Construidos sin una buena planeación, alejados de los centros de trabajo y con baja calidad en sus materiales a estos fraccionamientos abandonados normalmente se les conoce como “dormitorio”.
Para el arquitecto Dante Álvarez, esta mala planeación ha tenido impactos negativos no solo en la calidad de vida de quienes deciden quedarse a vivir en estas viviendas, sino en los niveles de violencia que se registran ahí:
“El hacinamiento expulsa a algunos miembros de la familia que sin recreación, educación y servicios cometen conductas antisociales, como el monstruo de Toluca, en realidad son víctimas de una política que les interesó más ganar dinero que satisfacer las necesidades de la gente, luego las caseras se declararon en quiebra…”
Sin embargo, no solo la mala planeación de los gobiernos panistas tuvo como consecuencia el abandono de estos conjuntos. De acuerdo con el INEGI en la cabecera municipal de Toluca existen 22 mil viviendas que no están habitadas.
Para Susana Bianconi, ex catedrática de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UAEMex, la ciudad de Toluca presenta un marcado rezago en cuanto al desarrollo inmobiliario se refiere:
“Sería ideal que en el centro se pudieran construir edificios de usos mixtos y en las plantas altas hubiera departamentos donde viviera la gente y así recobrar la vida nocturna”.
Toluca tiene decenas de construcciones en obra negra, desarrollos verticales inconclusos que, de acuerdo con la doctora Bianconi, decrementan el valor de la ciudad:
“Toluca parece una ciudad de calacas: está llena de estructuras empezadas y no concluidas, vacías y muertas, en el acceso en Hidalgo hay unas, otra en Matamoros…”.
