Con apoyo de Peña crecen las fortunas de sus amigos

Ciudad de México.- Operan carreteras y puertos, tiene líneas de autobuses, camiones de carga y aviones, además de medios de comunicación y hospitales públicos. Alguno es dueño de un banco y de hoteles de gran turismo en playas, mientras otro opera telefonía y tiene gaseras, pero ambos coinciden en prestar servicios a la Comisión Federal […]

Ciudad de México.- Operan carreteras y puertos, tiene líneas de autobuses, camiones de carga y aviones, además de medios de comunicación y hospitales públicos. Alguno es dueño de un banco y de hoteles de gran turismo en playas, mientras otro opera telefonía y tiene gaseras, pero ambos coinciden en prestar servicios a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Son los ocho empresarios del Estado de México que en menos de cuatro años diversificaron sus negocios a prácticamente todas las áreas en que el gobierno asigna contratos.

Un reporte de la revista Proceso, indica que los dominios de este compacto grupo adepto a Enrique Peña Nieto participan como contratistas de los proyectos de infraestructura y de los programas emblemáticos del gobierno federal e, incluso, dos de ellos lograron figurar entre los más ricos de México, según los cálculos de la revista Forbes: Carlos Hank Rhon ocupa el número 15 del país con una fortuna personal de 2 mil 100 millones de dólares y al menos 32 empresas; David Peñaloza Alanís es el número 25, con mil 500 millones de dólares y alrededor de 30 empresas heredadas en vida por su padre, David Peñaloza Sandoval.

Junto a ellos, se encuentran Juan Armando Hinojosa Cantú, con al menos 11 empresas, Roberto Alcántara Rojas con 13, los hermanos Luis Ernesto y Anuar Maccise Uribe dueños de 29, Alfredo Miguel Afif con alrededor de 10, Carlos Peralta Quintero tiene 27 y Roberto San Román, padre e hijo, con al menos ocho compañías.

Estos barones mexiquenses poseen, juntos, más de 145 empresas, a través de las cuales acumulan concesiones de transporte, extracción de agua, producción de electricidad, permisos aduaneros y de importación (incluso de residuos peligrosos), usufructúan playas y son proveedores del gobierno en muchos rubros.

Ligados con el Grupo Atlacomulco, tres de estos “prominentes empresarios” estuvieron implicados en los escándalos: Hinojosa por la llamada Casa Blanca, San Román por la casa de Ixtapan de la Sal y Miguel Afif por las oficinas de transición.

Los potentados del Estado de México no dejan ir obra ni programa emblemático. En uno de los proyectos de construcción más relevantes del sexenio, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), participa La Peninsular Compañía Constructora, subsidiaria del Grupo Hermes, de Hank Rhon. Y también Tracotamsa, una firma de prosperidad reciente cuyo dueño es primo de Juan Armando Hinojosa Cantú, además de Hycsa, consorcio integrado por priistas tabasqueños asociados con La Peninsular.

El proyecto hidráulico más importante es el acueducto Monterrey VI, que incluía a Hinojosa Cantú, mismo que el viernes 16 fue cancelado por el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.

Al revisar el Programa Nacional de Infraestructura (PNI) aparecen dos columnas con los costos, llamativos por elevados, pero cuya descripción general indica que corresponden a inversiones privadas facilitadas por el gobierno. Por ejemplo, en el sector Turismo, la inversión más costosa (102 mil millones de pesos) es el proyecto número 499, "Obras de iniciativa privada”, es decir, hoteles y atracciones, entre cuyos proyectos destaca el hotel Secrets Playa Mujeres, en Quintana Roo, cuya primera piedra fue colocada por la entonces secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu y Carlos Hank Rhon, el inversionista.

Entre las obras de mayor costo del PNI se enlista con el número 69, con 507 mil millones de pesos, la "inversión privada en telecomunicaciones”, obra que no es del gobierno sino facilitada por este a los inversionistas privados. En ese rubro participa desde 2013 VPN de México, de Carlos Peralta, quien obtuvo dos concesiones para servicios de telefonía e internet por 20 años.