Lo que sucede en el Cruz Azul es como esas historias que bien podrían ser inspiración para escribir decenas de capítulos de la serie “Misterios Sin Resolver”. Cuando piensas que las cosas no pueden estar peor, la directiva se esfuerza en hacer milagros para que pueda estar mucho peor de lo que ya estaba.
Pero vayamos estrictamente por partes. El despido histórico de Ferreti –por ser el primero en su larga y exitosa carrera- debe tratar de explicarse desde dos puntos de vista: el deportivo y los entornos. Si nos guiamos por la frialdad de los números y tratamos al equipo con las obligaciones deportivas que debe tener un club con la etiqueta de “grande”, el cese del técnico brasileño era, además de lógico, obligado.
NÚMEROS CONTRA FERRETI
Si diriges a un equipo “grande” no puedes perder el 40% de los partidos y Ferreti tenía esos números con “La Máquina”: perdió nueve partidos de los 22 juegos que dirigió. De esos veintidós partidos solamente ganó seis, el equivalente a poco más del 25% de los juegos disputados. Está en el último lugar de la Liga Mx perdiendo en fila sus tres primeros encuentros. Sumando el torneo anterior, la infame Leagues Cup, contabiliza siete partidos en fila sin ganar. La pobreza numérica de sus resultados es tan contundente que nadie tendría razones para cuestionar la decisión de su despido.
Si esas cifras las tuviera el técnico de América, Cruz Azul o algún regio, la prensa estaría aplaudiendo la decisión e incluso cuestionando la tardanza en hacerlo. Entonces ¿por qué el despido de Ricardo Ferreti ha provocado críticas a la directiva en lugar de aplausos? Simple, los entornos y el pasado reciente.
Nadie puede negar las historias tenebrosas vividas en el pasado reciente por la directiva desde que la encabeza Víctor Velázquez, también mandamás en la cooperativa dueña del equipo que, desde que tomó posesión en abril del 2021 a la fecha, lleva cinco técnicos despedidos. Es decir, un promedio de cese de uno cada 5 meses. Las cosas han ido de mal en peor, luego de la obtención del título de la liga, que en teoría debió ser un parteaguas para consolidarse y fue todo lo contrario.
TÉCNICOS EN LA ERA VELÁZQUEZ
NOMBRE | EFECTIVIDAD | TIEMPO EN EL CARGO |
R. D. Siboldi | 59.8 % | 16 MESES |
Juan Reynoso | 57.7% | 17 MESES |
Raúl Gutiérrez | 46.6% | 7 MESES |
Ricardo Ferreti | 43.1% | 5 MESES |
Diego Aguirre | 33.3% | 3 MESES |
SIBOLDI Y SU RENUNCIA
El primer gran desliz directivo fue en la etapa del técnico uruguayo. La increíble voltereta de Pumas en la semifinal hizo enfurecer a la dirigencia, que perdió la cordura y sentido común. Primero, cuando desde las entrañas filtraron la versión y el rumor de que algunos jugadores afines a Billy Álvarez habrían pedido no ganar aquel juego para dañar a la nueva directiva y que incluso tenían como evidencias llamadas telefónicas.
Según estas versiones salidas desde la cúpula directiva de Velázquez y compañía, uno de los principales sospechosos era el arquero José de Jesús Corona, quien supuestamente había inventado una enfermedad para no jugar el partido de vuelta de la semifinal ante Pumas.
LLAMADAS SOSPECHOSAS
Al prestigiado periodista y gran amigo Héctor Huerta le llegaron estas versiones; le prometieron entregarle las llamadas como evidencia, algo que jamás sucedió. A pesar de las enfurecidas críticas en su contra por aquellas llamadas sospechosas, el periodista demostró su ética: jamás traicionó o exhibió a las fuentes de la directiva cementera, lo cual era lo más fácil.
Aunado a esto, vino un lamentable comunicado en video del ingeniero Víctor Velázquez, donde califica el planteamiento táctico de Siboldi como mediocre, anunciando medidas de inversión en fuerzas básicas para tener jugadores de sangre azul. De aquel discurso nada que rescatar, fueron palabras huecas que se llevó el tiempo y que no se han cumplido en los hechos.
La reacción de Siboldi fue inmediata y en un comunicado -también en video- con mucha dignidad renunció, teniendo contrato vigente mostrando su enojo ante las versiones que tachaban de poco honorables a algunos jugadores. Soboldi los defendió y se mostró molesto ante las descalificaciones de Velázquez.
Justo ahí inició el encono de los jugadores contra Jaime Ordiales. Algunos jugadores le reclamaron el que en su carácter de director deportivo y cercano a Velázquez no los haya defendido en su postura. El grupo jamás creyó en los discursos del dirigente justificando tan pasiva actitud.
De aquel grupo de 2020 de Siboldi aún sobreviven algunos en el equipo: Andrés Gudiño, Juan Escobar, Alexis Gutiérrez, Nacho Rivero, el entonces juvenil Rodrigo Huescas y algún otro. Todos ellos fueron testigos del abandono del hoy “asesor” externo del presidente del Cruz Azul, Víctor Velázquez, y hoy NO lo han olvidado y eso pesa mucho en la plantilla actual a la que han compartido las traiciones pasadas.
GUERRA DE EGOS
Al año siguiente, quizá por imposición de Julio Scherer que en aquel momento dominaba la toma de decisiones de la cooperativa, llegó Álvaro Dávila. Justo ahí Velázquez y su equipo tomaron una decisión sensata, alejarse de la toma de decisiones del equipo y dejar a gente que en verdad supiera del tema.
La toma de decisiones no fue fácil mientras Jaime Ordiales había puesto sus fichas para traer a Hugo Sánchez; el cantautor de “brujería” pujó para que fuera un técnico de sangre y pasado azul, Juan Reynoso. Fue una lucha de poderes brutal. Si Dávila decía negro, Jaime opinaba que blanco. Al final hubo un ultimátum, ¿se va Ordiales o me voy yo? Álvaro se quedó con el poder de decisión, Jaime en calidad de florero decorativo.
Jugadores líderes como Pablo Aguilar, Corona, Escobar, Fernández, “Cabecita” Fernández, con el grupo incluido Juan Reynoso acordaron que Ordiales no podía ni siquiera entrar al vestidor. Algunos amenazaban con incluso agarrarlo a golpes. El equipo fue campeón después de más de dos décadas. En la cancha todo bien, pero las relaciones entre Ordiales y jugadores eran de lo peor; solo guardaban las apariencias públicamente. Pero este enfrentamiento lo hicieron público algunos jugadores meses después.
ASUMEN EL TRONO
El título logrado hizo que la directiva de Velázquez y compañía perdieran el piso; querían las vitrinas de la fama, las entrevistas, la gloria. La lucha de egos se convirtió en una guerra. Echaron a Dávila y a toda su gente, retomaron el poder los Anzures y su séquito de abogados, los Ordiales y los Velázquez, le hicieron la vida imposible a Juan Reynoso y su gente, hasta que lograron que se marchara usando diversos artilugios legales, tal y como les conté justo hace un año en dos entregas que titulé “Cruz Azul, las entrañas de la autodestrucción”.
Lamentablemente, un año después las cosas en Cruz Azul no están mejor, sino mucho peor. Las promesas de mejoras, de cuidar presupuestos han sido discursos huecos y falsos. Para muestra un botón a la promesa de Víctor Velázquez en su discurso de 2020 cuando dijo:“El equipo y su salud financiera deberán ponerse por encima de los oscuros intereses de comercialización que tenían como criterio el ‘se compró muy caro y se vendió muy barato’. Al final este torneo, nos detendremos en una revisión exhaustiva de los contratos y el rendimiento de cada uno de los jugadores, con objeto de renovar a fondo los cimientos deportivos de la organización”.
¿Se ha comprado mejor? ¿Se han cuidado las finanzas? La realidad dice que no. De aquel equipo campeón hace apenas ¡DOS AÑOS!, ¿sabe cuántos quedan? Solo unos cuantos. Cuente por ahí a Jurado, Gudiño, Rivero, Huescas y algún otro. Pero lo realmente impactante es la cantidad de bajas y compras que ha tenido el equipo en solo 24 meses.
¡34 BAJAS EN 24 MESES!
En un ejercicio de “bote pronto” contabilizamos al menos ¡34 BAJAS! Muy pocas redituaron ingresos importantes al equipo. En ese rubro anoté a Lichnovsky, Giménez, Romo, “Cabecita”. El resto, pérdidas enormes para los cooperativistas de Cruz Azul, porque de ellos sale el dinero. La inmensa mayoría de contrataciones han fracasado y eso que no estamos contabilizando a los Cambindo y compañía que llegaron en esta temporada.
CASI UN DOCENA DE TRONCOS
¿Saben cuántos delanteros han llegado y salido, sin contar la salida de Giménez y “Cabecita”? ¡ONCE! (Carneiro, Lotti, Estrada, Morales, Romero, Paserinni, Angulo, Borja, Otero, Capelinni, Montoya) ¡Cómo es posible que, de casi una docena, TODOS hayan sido petardos caros y malos! ¿En dónde está inteligencia deportiva del equipo? ¿En dónde está el buen asesoramiento de Jaime Ordiales? ¿No se suponía que se habían acabado los años de comprar caro y vender barato? Le dejamos esta lista para que los evalué usted mismo:
BAJAS DE CRUZ AZUL EN 24 MESES
JUGADOR | POSICION |
JOSE DE JESUS CORONA | PORTERO |
IGOR LICHNOVSKY | CENTRAL |
JULIO CESAR DOMINGUEZ | CENTRAL |
ALEXIS PEÑA | CENTRAL |
PABLO AGUILAR | CENTRAL |
ADRIAN ALDRETE | LATERAL |
“CHAGY” MARTINEZ | LATERAL |
LUIS ROMO | VOLANTE |
RAFAEL BACA | VOLANTE |
ORBELIN PINEDA | VOLANTE |
POL FERNANDEZ | VOLANTE |
YOSIMAR YOTUN | VOLANTE |
ROMULO OTERO | DELANTERO |
PABLO CAPELINNI | DELANTERO |
JONATHAN BORJA | DELANTERO |
ALEX CASTRO | VOLANTE |
ROBERTO ALVARADO | VOLANTE |
ELIAS HERNANDEZ | VOLANTE |
WALTER MONTOYA | DELANTERO |
LUIS MENDOZA | VOLANTE |
JONATHAN RODRIGUEZ | DELANTERO |
SANTIAGO GIMENEZ | DELANTERO |
BRYAN ANGULO | DELANTERO |
MILTON CARAGLIO | DELANTERO |
LUCAS PASERINNI | DELANTERO |
MICHAEL ESTRADA | DELANTERO |
LUIS ABRAM | CENTRAL |
ALEJANDRO MAYORGA | LATERAL |
ANGEL ROMERO | DELANTERO |
IVAN MORALES | DELANTERO |
RAMIRO FUNES MORI | DEFENSA |
JORDAN SILVA | DEFENSA |
AUGUSTO LOTTI | DELANTERO |
GONZALO CARNEIRO | DELANTERO |
La nueva cooperativa de Cruz Azul prometió que los viejos vicios con el equipo en la etapa de Billy Álvarez jamás se repetirían. En los hechos, por la manera tan absurda de comprar, de elegir, nos recuerdan a los viejos tiempos de Carlos Hurtado, que decía que de cada cinco extranjeros había que traer a dos buenos, uno regular y dos troncos para así tener activa la caja registradora cada temporada por lo menos con dos.
¿CUÁNTOS TRONCOS HAY?
Eso sucedió en el tiempo cuando se permitían solo cinco extranjeros por equipo. Hoy el reglamento permite registrar a nueve y solo siete de ellos pueden estar en el once. Aficionado al Cruz Azul, dígame usted cuántos de esos nueve son buenos y cuántos son troncos. Algo muy malo está sucediendo en las entrañas de la cooperativa y se niegan a abrir los ojos. Mucho dinero está quedando en manos de vivales sin que nada pase. Hoy, Cruz Azul lo único que tiene de grande es ser negocio para algunos promotores y personajes que viven en las entrañas de la cooperativa más grande del continente. ¿Cómo explicar lo contrario?
“El ahorro es poético, porque es creador: el derroche no es poético, porque es destructor”. Gilbert K. Chesterton