Elecciones en Brasil: el posible regreso de Lula al poder

Brasil vivirá este domingo sus elecciones presidenciales en un ambiente polarizado en el que Jair Bolsonaro se enfrenta a Lula da Silva

Brasil vivirá este domingo sus elecciones presidenciales en un ambiente polarizado, en el que Jair Bolsonaro aspira a permanecer otros cuatro años al frente del país y se enfrenta a Luiz Inácio Lula da Silva, quien llega con las preferencias a su favor, después de que el Tribunal Supremo anulara por unanimidad las condenas por corrupción por las que pasó 580 días en la cárcel

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La elección se realizará en un momento en el que el aumento en los precios de alimento y combustible, así como la desaceleración económica han dificultado la vida de los brasileños. En el país –de acuerdo con el New York Times unas 33 millones de personas pasan hambre y la pobreza extrema ha aumentado, dando marcha atrás a décadas de avances sociales y económicos.

También hay grandes preocupaciones ambientales y del clima. La deforestación en la Amazonía está en niveles que no se habían visto en 15 años y Jair Bolsonaro, quien considera que la selva debe abrirse a la minería, la agricultura y la ganadería, ha debilitado las protecciones ambientales.

En total 11 candidatos buscan la presidencia sin embargo 9 cuentan con menos del 10 por ciento de apoyo. Además los brasileños también votarán para elegir gobernadores, senadores y representantes en las legislaturas estatales y federal.

La principal disputa a la presidencia

Las elecciones en Brasil serán un enfrentamiento entre dos posturas opuestas Luiz Inácio Lula da Silva, es un expresidente de izquierda que gobernó de 2003 a 2010. Da Silva fue encarcelado en 2018 por cargos de corrupción, pero su condena fue posteriormente anulada después de que el Supremo Tribunal Federal dictaminó que el juez del caso era parcial.

En su anterior mandato gozó de una gran popularidad entre las clases trabajadoras, parte con una intención de voto por encima del 45 %, aunque las previsiones más optimistas confían incluso en que la elección se defina en la primera vuelta. Cuenta con el apoyo de amplias capas de la sociedad, como jóvenes, personas desempleadas, familias de rentas bajas, estudiantes, mujeres e incluso de los católicos.

Por otra parte Bolsonaro es el representante de la extrema derecha, los sondeos le atribuyen cerca del 36% de los votos válidos e intentará reducir la ventaja de Lula para llegar a la segunda vuelta.

En su campaña ha prometido seguir con las mismas políticas de los últimos cuatro años, en especial aquellas relacionadas con la privatización de empresas estatales estratégicas, como la energética Petrobras, con la que espera hacer posible una de sus promesas de campaña, tener el combustible más barato del mundo.

De acuerdo con el medio EITB, cuenta con el apoyo de los sectores más conservadores y adinerados del país, y con los seguidores de la iglesia evangélica, colectivo con mucho poder en Brasil.